- Crónica I. Del 15 al 20 de diciembre de 1520
- Crónica II. Del 21 al 27 de diciembre de 1520
- Crónica III. Del 28 de diciembre de 1520 al 3 de enero de 1521
- Crónica IV. Del 4 al 10 de enero de 1521
- Crónica V. Del 11 al 17 de enero de 1521.
- Crónica VI. Del 18 al 24 de enero de 1521.
- Crónica VII. Del 25 al 31 de enero de 1521.
- Crónica VIII. Del 1 al 7 de febrero de 1521.
- Crónica IX. Del 8 al 14 de febrero de 1521.
Despejado el asunto de la capitanía general, el ejército comunero se vio fortalecido y pareció ser factible el plan de Juan de Padilla para centrar el avance comunero en el triángulo Tordesillas-Rioseco-Valladolid. De hecho, entre el día 17 y el 20 la artillería y las tropas rebeldes se concentraron en la
cercana Zaratán, desde donde Padilla lanzaría su ataque al castillo de Torrelobatón, sitiado desde el día 21.
El peso de la presencia militar en la villa iba haciéndose más y más importante, perturbando mucho la vida diaria del común. Digamos como ejemplo que, en estos días, la Junta de Comunidad se vio obligada a instar a las “panaderas” vallisoletanas a que amasaran pan diariamente para poder hacer frente al abastecimiento de las tropas acantonadas en Valladolid y sus alrededores.
Hacia el día 20, Acuña sale finalmente de Valladolid hacia Toledo, para intentar ocupar la silla episcopal y tener así acceso a las rentas de aquel Arzobispado; no sin antes vérselas con otro candidato a la misma plaza: Francisco de Mendoza, el hermano de doña María Pacheco, esposa de Juan de Padilla.
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