Valladolid Comunera del 21 al 27 de diciembre de 1520
La Junta General de Comunidades continuaba dirigiendo la revolución desde la villa de Valladolid y el día 23 de diciembre, víspera de Nochebuena, envió al obispo Acuña a Palencia, con el objetivo de que avivase el fervor revolucionario en sus gentes. Por su parte, la Junta de Valladolid solicitó a la Junta General que designase un nuevo corregidor para la villa, porque el anterior había huido del lugar tras el alzamiento comunero.
Las cuadrillas, que eran la base de la organización del común de Valladolid, nombraron nuevo capitán general de las mismas –más radical–, así como nuevos alcaldes ordinarios y alguaciles. La villa comenzó a rearmarse, con tiros en las puertas de la muralla y a lo largo de ella; y se estableció un especial dispositivo de vigilancia en las cavas y garitas. Asimismo, se llevó a cabo una concienzuda inspección para comprobar que la cerca estaba en buenas condiciones y repararla allí donde fuese necesario.
En estos días se gestionó el alojamiento de los miembros de la Junta General llegados a Valladolid desde Tordesillas; representantes de las once villas y ciudades que continuaban en la lucha comunera: Toledo, León, Murcia, Salamanca, Toro, Segovia, Cuenca, Ávila, Zamora, Valladolid y Madrid.
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