Todas las colecciones de arte tienen un hilo conductor. En el caso de la colección ‘Tiempos salvajes’, el moldeado tiene como líneas maestras la unión, el amparo de la expresión personal, y, sobre todo, la defensa de todo tipo de manifestación artística.
La historia de ‘Tiempos salvajes’, exposición que acoge el Centro Cívico Rondilla hasta el día 15 de marzo, tiene su origen en los primeros días del verano de 2013, cuando media docena de pintores comienzan a reunirse, cada semana, con modelos anónimos para capturar posados en un ambiente que mezcla tantos tipos de técnicas y estilos como de conversaciones. Con la estación del calor por excelencia pasan los días, los locales que no terminan de cuajar con sus intereses y los artistas que sí lo hacen.
La cafetería Esquilache se convierte en su centro de referencia, que cada miércoles acoge a medio centenar de pintores. Ha nacido el grupo ‘Guardar Como’, un colectivo que decide admitir en su escenario de lienzos y pinceles todo tipo de disciplina artística.
Consecuentes con su ideal multidisciplinario, comienzan a realizar sesiones poéticas de forma mensual: son los llamados ‘Per-Versos’, en los que el público participa en rondas abiertas y asiste a presentaciones literarias.
‘Guardar Como’ crece de la mano de otros colectivos de la capital como Valladolid Dibuja, Nos comen los Nipones, Birra y Borra o Susurros a pleno Pulmón, a medida que participantes de estos colectivos reparten su tiempo con el grupo neonato. Conviven con artistas ya consagrados, con nuevos valores y con aficionados. El mosaico va tomando forma. Se plasma, por primera vez, en la obra colectiva a modo de mural para la sede de Feafes Valladolid con motivo del Día de la Salud Mental.
La materialización palpable del esfuerzo del grupo es un primer hito que despeja la senda que aún está sin caminar. Tras esta primera experiencia de creación colectiva, comienza a gestarse ‘Tiempos salvajes’, una idea que baila en las conversaciones de las sesiones semanales de Guardar Como. Su compañero de baile, un deseo de retratar la dura situación social que vive el país desde la óptica de la esperanza y de la belleza estética. El resultado de la coreografía es el montaje que ahora expone el colectivo en el Centro Cívico de la Rondilla, un escenario que tuvieron en mente desde el primer momento por sus instalaciones espaciosas y el amable trato de su personal.
La organización de la muestra está marcada por el fluir de la creatividad. Pensada para una veintena de obras, al final reúne a cuarenta artistas que colaboran con pintura -óleo, acuarela, acrílico-, fotografía, escultura, poesía…
Sobrepasar el aforo de piezas no es problema para el Centro Cívico Rondilla, cuyo personal colabora con Guardar Como para adecuar las obras a la sala elegida.
‘Tiempos Salvajes’ fue inaugurada el pasado martes, 11 de marzo, con la presencia de más de medio centenar de personas. Entre los elogios y las observaciones sobre las obras expuestas, se mezclan palabras que sugieren que las inquietudes de Guardar Como no descansan nunca: se habla de llevar la muestra a Arroyo de la Encomienda, de repetir el proyecto ‘Íntimo’ en Pedrajas y de otras iniciativas que los artistas esperan poder ver pronto en otros centros cívicos y salas de la ciudad. Quizá, al narrar la historia de una muestra futura, se pueda afirmar que comenzó en la inauguración de ‘Tiempos Salvajes’.
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