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La Casa Luelmo

22 marzo, 2022

Conocida como Casa Luelmo, granja Minaya o Villa Paulita, fue hogar de la familia del poeta, empresario agrícola y presidente de la Cámara de Comercio de Valladolid José María Luelmo. Mandada construir por su padre, el empresario Rufo Luelmo y su mujer, Paulita, a quien debe su sobrenombre más popular, la Casa Luelmo es uno de los primeros edificios modernistas de Valladolid.

Desde la plaza de toros del paseo de Zorrilla se extendía, dirección sur, una vasta superficie de terrenos elegidos por la burguesía de finales del siglo XIX y principios del XX para construir sus casas de recreo. Uno de los matrimonios acomodados de la ciudad que se sumó a esta tendencia fue el de Rufo Luelmo y su mujer, Paulita.

De la granja Minaya al hogar de los Luelmo

La Casa Luelmo era el centro de la vida en la granja Minaya, una explotación dedicada a la cría de aves que ocupaba lo que hoy es el barrio de Parque Alameda.

No se sabe con certeza el año de la construcción ni el arquitecto contratado por Rufo Luelmo. Una profunda investigación ha fechado el edificio en 1907 y lo atribuye a Antonio Ortiz Urbina (responsable del diseño del Colegio San José, la Iglesia de la Sagrada Familia en Valladolid o las viviendas del número 14 de la calle de Gamazo). Se sabe que trabajó para Luelmo en otras dos viviendas de la época que guardan enorme similitud estilística con esta.

El único hijo del matrimonio, José María Luelmo, heredó la propiedad. Fue quien encargó la reforma funcional del inmueble en 1956 para adecuarlo a un uso residencial cada vez más intenso. Por aquella época, la granja Minaya era un referente del sector, declarado Explotación Agraria Ejemplar y en boyante situación económica después de introducir aves para puesta. A la importancia de la empresa se suma la vida cultural que le da su propietario. Por ella pasan destacados nombres de las letras españolas como Vicente Aleixandre o los vecinos Miguel Delibes y Jorge Guillén.

En los años ochenta, el Ayuntamiento compró el terreno para dar respuesta al proceso de expansión urbanística de la ciudad hacia el sur con la construcción de lo que hoy es el barrio Parque Alameda. El matrimonio Luelmo, no obstante, conserva el usufructo del inmueble, donde reside hasta sus últimos días: José María fallece en 1991 y su mujer, en 1996.

Durante los años inmediatamente posteriores a la muerte de los Luelmo, la casa sufrió un rápido deterioro que culminó con el derrumbe de parte del inmueble a causa de un incendio en 1998. La Casa Luemo fue restaurada en 2006, de acuerdo a un plan que recuperó la concepción original del inmueble al eliminar añadidos de la reforma de 1956. Hoy es sede de la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León.

Casa Luelmo, ejemplo de modernismo en la ciudad

La Casa Luelmo es uno de los primeros ejemplos de influencia modernista en la ciudad. Hace un declarado uso de elementos arquitectónicos, como los arcos de su fachada o los antepechos de hierro, con intención ornamental.

Distribuida en tres plantas, una torre mirador que escala dos alturas más y una capilla neogótica aneja al edificio principal, se ubica de tal modo que quien accediera en su momento a ella desde la carretera de Rueda no perdiera de vista, en ningún momento, el torreón. El planteamiento urbanístico posterior, fruto del cual se construyó un parque con altos muros de hormigón, cegó, durante años, esta vista de postal pensada por Ortiz Urbina.

Además de ser una de las primeras obras modernistas de la ciudad, fue uno de los edificios más innovadores en su momento: incluyó elementos como ventanas con mecanismo de guillotina o piedra artificial para las balaustradas y las cresterías ornamentales de la fachada.

El influjo del modernismo se imprime desde el propio planteamiento del trazado: aparece, por ejemplo, en la composición asimétrica, que contrapone un destacado arco partido en la fachada sur a la intención vertical del lado norte. Sin embargo, la profunda reforma realizada en 1956 modificó el exterior de la casa: se adosó a la cara sur un cuerpo que relajó el planteamiento inicial de Ortiz de Urbina.

Esta primera intervención de gran calado en ‘Villa Paulita’ se debió al uso, cada vez más prolongada, que le dio la familia Luelmo. Al pasar de ser residencia de verano a ser ocupada también en los fríos inviernos castellanos, fue necesario incorporar un sistema de calefacción y techos falsos en las estancias, añadir armarios que cegaron algunas ventanas o construir nuevos espacios para conectar dependencias que exigían salir de la casa para acceder a las mismas. No en vano, en su origen fue concebida como un espacio de retiro estival.

El abandono de la casa trae consigo un irremediable estado de deterioro. La hiedra invade el interior, el agua se filtra dañando gravemente carpinterías y molduras, la escalera de caracol que lleva a la torre se convierte en un maltrecho e inaccesible paso. Cada vez más desfigurada y maltrecha, sufre, también, las consecuencias de ocupaciones ilegales, hasta que, en 1998, un incendio provoca el derrumbe de parte del edifico.

En 2001, la Junta de Castilla y León toma la determinación de intervenir el inmueble por el procedimiento de emergencia. El estado con el que se topa la obra de recuperación es tal que se hace necesario, incluso, construir una nueva armadura y cubierta.

El proyecto optó por conservar en la medida de lo posible la esencia originaria del edificio, pese a que su actual uso institucional dista mucho de su concepción como casa de recreo. Lo que fueron estancias para uso de la familia Luelmo y habitaciones de servicio son hoy despachos. Los sótanos cumplen su función de almacén. La torre ha facilitado la instalación de un ascensor. La capilla anexa es una acogedora biblioteca.  

Las variaciones de esta última intervención respecto a la reforma ejecutada en los años 50se introdujeron con el fin de recuperar la visión original de Ortiz Urbina. Un paso más allá se dio con la intervención en el entorno más cercano a la Casa Luelmo, que eliminó los muros de hormigón del parque urbano anejo y permitió recuperar la vista de Villa Paulita desde el acceso por la carretera de Rueda, tal y como lo ideó hace más de un siglo Rufo Luelmo.

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2 Comentarios

  • Reply Carlos Santos Ballesteros 17 diciembre, 2022 at 15:15

    Magnífico artículo. Aunque cambiaría basto por vasto.

    • Reply administrador 19 diciembre, 2022 at 11:57

      Sentimos el gazapo y agradecemos que lo señale para su corrección (y, como siempre, gracias por leernos).

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