Arte y Museos

El Museo del Prado toma la calle de Valladolid

18 junio, 2021

Las joyas del Museo del Prado cambian los solemnes muros del edificio que diseñó Juan de Villanueva en 1785 por el recoleto escenario del Campo Grande. Lo hacen, al menos, de forma simbólica: 52 reproducciones de algunas de sus más valiosas pinturas convierten el jardín vallisoletano en un rincón de la pinacoteca nacional.

Quienes paseen hasta el 5 de julio por su Paseo Central podrán observar en este marco incomparable los estilizados trazos de El Greco, los distintos registros de Goya, las delicadas pinceladas de Sorolla o la gran joya de la corona de la pinacoteca nacional, Las meninas de Velázquez.

La pintura española

La pintura española es, con más de 5000 obras, la que más peso tiene en la colección del Prado. El recorrido cronológico arranca en el siglo XII, con murales de Maderuelo y San Baudelio de Berlanga, y se alarga hasta los albores del siglo XX, con autores como Sorolla.

El pintor más expuesto en el Prado es Velázquez. Casi 50 de sus óleos están expuestos en la pinacoteca. Destaca, también, la colección de El Greco, con más 30 pinturas.

El siglo XVII, el Silgo de Oro español, tiene especial fuerza en la colección. A él corresponden autores como Ribera, Zurbarán, Murillo, Alonso Cano, Claudio Coello, Carreño o los ya mencionados Velázquez y El Greco.

En etapas posteriores destaca Francisco de Goya (el museo atesora más de 140 obras de pintura, dibujos y grabados). Se representan corrientes como el neoclasicismo de José de Madrazo, la pintura social de Joaquín Sorolla, el romanticismo de Federico de Madrazo o la pintura de historia de Rosales o Gisbert.

  • En la exposición podrás ver cuadros como Las meninas de Velázquez, La maja desnuda y El quitasol de Goya, El caballero de la mano en el pecho y La adoración de los pastores de El Greco, El sueño de Jacob, de José de Ribera, Santa Catalina, de Fernando Yáñez de la Almedina, Doña Isabel la Católica dictando su testamento, de Eduardo Rosales,; Santo Domingo de Silos, de Bermejo; Chicos en la playa de Joaquín Sorolla, o Bodegón de caza, hortalizas y frutas de Sánchez Cotán.

La pintura italiana

Es la segunda colección más importante del museo por número de obras. Buena parte de estos lienzos fueron encargo de la corona española a artistas de Italia o bien trabajos realizados en la corte nacional por pintores italiano.

El periodo mejor representado es el Cinquecento (siglo XVI), con autores como Rafael, Andrea del Sarto, Parmigiano o Correggio y, en especial, autores de la escuela veneciana: Tintoretto o Tiziano. Destaca, también, el recorrido por el barroco de siglos posteriores, con artistas como Caravaggio.

Menos notable es la obra del Trecento (siglo XIV) y el Quattrocento (siglo XV). Los monarcas de la época, entre ellos, los Reyes Católicos, sentían debilidad por la pintura flamenca, además de tener relaciones políticas y comerciales con estos territorios mucho más profundas.

  • Acércate al Campo Grande y descubre obras como La Anunciación, de Fra Angelico.

La pintura flamenca

La tercera colección más importante del Prado casi iguala, en número de obras, a la italiana. Las razones de la preferencia de los monarcas españoles por la pintura flamenca a partir del siglo XV es consecuencia del matrimonio entre la princesa Juana de Castilla con el hijo del emperador Maximiliano de Austria, Felipe el Hermoso, y el nombramiento de su hijo Carlos como emperador del Sacro Imperio en 1519.

Están presentes los principales artistas flamencos del siglo XV, como Roger van der Weyden, Robert Campin y Hans Memling; pero si un nombre destaca es el de El Bosco: gracias al interés de Felipe II, el Museo del Prado atesora la colección de este artista más importante del mundo.

Aunque a finales del siglo XVI la actual Holanda se independiza, no ocurre lo mismo con los entonces llamados Países Bajos del Sur. Es precisamente aquí, aún dominio español, donde realiza buena parte de su obra Pedro Pablo Rubens, quien realiza numerosos encargos para Felipe III y, sobre todo, para Felipe IV, quien fue su principal cliente. Gracias al interés personal del ‘rey Planeta’, el Prado posee unas noventa pinturas de Rubens. Junto a ellas, custodia obras de discípulos suyos como Van Dyck.

  • Podrás ver pinturas como El jardín de las delicias de El Bosco o El paso de la laguna Estigia de Patinir.

Otras escuelas presentes en el Prado

Más de trescientas piezas hacen de la francesa la cuarta escuela nacional con mayor representación en la pinacoteca española. Gracias a los encargos realizados para decorar el Palacio del Buen Retiro, el museo posee hoy obra de los principales representantes del clasicismo francés, como Nicolas Poussin. La dinastía de los Borbones marcó el inicio, a comienzos del siglo XVIII, de un periodo de un mayor interés y un mayor intercambio con la pintura francesa.

A pesar de las pocas pinturas de la escuela alemana en el museo, la pinacoteca posee obras de Alberto Durero, el principal artista germano del siglo XVI.

Está también presente la pintura holandesa. La mayor parte del centenar de cuadros de este territorio fueron adquiridos en el siglo XVIII, una vez superado el enfrentamiento armado entre ambos países que culminó con la independencia holandesa en 1648. Rembrandt es, sin duda, la figura más importante de esta escuela.

  • En la exposición se muestran obras como Autorretrato de Durero.

Recomendaciones

No hay comentarios

Deja un comentario