Personajes e historia Qué ver en Valladolid

La Cerámica, emblema del patrimonio industrial en Valladolid

20 julio, 2023

La fábrica La Cerámica es uno de los conjuntos más emblemáticos del patrimonio industrial de Valladolid. Su escalonada silueta y la esbelta chimenea que remata un conjunto ya icónico en este barrio cumplen 115 años de su apertura.

Abierta en 1908 en lo que hoy es la plaza de la Danza, en el corazón de un barrio cuya historia no puede comprenderse sin el asentamiento de esta factoría, es el recuerdo más tangible de uno de los vallisoletanos de adopción más ilustres de su época, Eloy Silió. La zona, por entonces un arrabal en el extrarradio de la ciudad, sin estructura ni organización urbanística, es elegida por empresarios de la época para la instalación de factorías que impulsarían el desarrollo del barrio Vadillos, sobre todo, la Cervecera Cruz Blanca (1867) y La Cerámica (1908).

En un momento marcado por el despegue de la industria, Silió se labró una merecida fama como emprendedor de éxito e ingenioso hombre de negocios. “Dadme a muchos industriales como D. Eloy Silió y hago a Valladolid la primera población de España”, escribió el catedrático de la Universidad de Valladolid Juan Ortega Rubio en Pequeños Bocetos.

La factoría en 1986. Imagen del Archivo Municipal de Valladolid.

Nacido en Santa Cruz de Iguña en 1833 y afincado en Valladolid desde 1871, además de La Cerámica fundó La Tejera Mecánica, fue accionista de la cervecera El Águila y de la Sociedad Industrial Castellana y miembro de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio de la ciudad. Los pródromos de su destacada carrera empresarial pasan por dos periodos dedicados a la compra y venta de cereal en Medina de Rioseco (de 1851 a 1868 y de 1871 a 1884) y por la dirección de una fábrica de harinas en Torrelavega (hasta 1871). Su destreza para los negocios, el capital y la experiencia acumulada en estas dos décadas, …condiciones para su primera gran inversión en Valladolid: la fábrica de tejas y ladrillos La Tejera Mecánica, en el paseo de San Vicente, fundada en 1884.

Pronto se convierte en una de las empresas más exitosas de la ciudad y la región, reconocida por la altísima calidad y la innovación en sus productos, que el mismo año de su fundación son aplaudidos en la exposición de Madrid con un diploma de honor y la medalla de primera clase del Círculo de la Unión Mercantil. Su reputación fue tal, que el nombre Eloy Silió aparecía en los anuncios en prensa como un reclamo asociado a calidad.

‘Guía anuario de Valladolid y su provincia’, tomo digitalizado. Biblioteca Digital de Castilla y León

En 1904, de forma paralela a la reconversión de la compañía en sociedad anónima, comienza a edificarse La Cerámica. Entre los fundadores figuran, junto con Eloy, su hijo César Silió (diputado, senador y director de El Norte de Castilla hasta 1901) y su yerno Francisco Zarandona (diputado y último director del diario La Libertad). La factoría abre sus puertas en 1908, convertida en el motor que impulsaría el desarrollo de un nuevo barrio a su alrededor, el de Vadillos.

Eloy Silió muere en 1914. Mientras, su empresa continúa inmersa en un crecimiento que parece imparable: en 1915 adquiere La Progresiva de Castilla, en el paseo de San Vicente, antes de expandirse a Madrid y a Reinosa. Años más tarde, ya en los 70, abre una nueva factoría en la vecina localidad de La Cistérniga.  

Sin embargo, los gases emitidos por la chimenea son fuente de continuas preocupaciones para los vecinos. Más allá de las incomodidades en las cotidianas tareas del hogar -era, cuentan quienes vivieron la época, imposible lograr una colada limpia-, las preocupaciones por la salud se asientan con aplomo en el vecindario. Comenzaron las voces en contra, que se alzan con fuerza y movilizan a los residentes en masivas manifestaciones. Al grito de ‘humos no’, los vecinos exigían el traslado de la actividad fabril.

Manifestación en 1976. En las pancartas puede leerse ‘Cerámica de Vadillos NO’. Imagen del Archivo Municipal de Valladolid.

La reivindicación vecinal culmina con el fin del uso industrial de La Cerámica en 1993. Después de largas negociaciones con los propietarios de la planta, que tenían en mente dar un uso residencial al inmueble, y con el consistorio vallisoletano, los vecinos lograron la rehabilitación del edificio y la transformación de su entorno.

Recomendaciones

No hay comentarios

Deja un comentario