El primer puente de Valladolid, el Puente Mayor, es uno de esos rincones con leyenda que reposan en la ciudad del Pisuerga. La historia confirma que fue construido entre los siglos XIII y XIV y que en algún momento se duplicó su anchura. Lo que resultó de este ensanche fue, en realidad, dos puentes adosados que parecían ser uno.
La empresa que acometió la condesa para que la ciudadanía pudiese salvar la barrera natural del Pisuerga y su posterior ampliación son la base de la leyenda que recogió Feijoo de Mendoza, ya en el siglo XIX, cargada de intrigas nobiliarias y romance en plena reconquista.
La construcción del Puente Mayor arranca, según esta leyenda, en un momento complicado para la Condesa Eylo. Pedro Ansúrez está ausente debido a la guerra y su esclavo árabe traído de la conquista de Toledo, Mohamed, planea con el príncipe Omar arrebatarle la villa de Valladolid.
«Mahomed era un prodigio para aquellos tiempos y pocas eran las ciencias que no poseía. Médico, Astrólogo y constructor, tampoco le eran desconocidas las estrategias de la guerra. D. Pedro le había salvado la vida en el cerco de Toledo, y según las leyes de la guerra lo hizo su, esclavo. El árabe agradecido á los favores del conde se consagró con lealtad a su servicio, y en Yalladolid fue el quemas trabajo en la construcción del palacio y de la Iglesia de Santa María, por lo que al cabo de dos años ya no era tratado como esclavo, sino como uno de los servidores más queridos del conde. En verdad que Mahomed merecía estas distinciones, pues se desvivía por complacer al conde y su familia;-pero sus instintos eran malos y la condesa Doña Eloísa con su intuición de mujer, los había adivinado por lo que Mahomed, nunca le fuera simpático».
Sin embargo, Omar, al conocer a la duquesa, cae rendido y no se ve capaz de hacerle mal alguno. Si una mujer truncó los planes de traición para Omar, la misma razón hizo del leal Mohamed el más peligroso enemigo de los condes.
«Mahomed no hubiese sido traidor si la fatalidad no tomase la forma de una mujer, en la persona de Zaida Fátima. ¿Quién era Zaida Fátima? Nadie lo sabía en Valladolid y solo era conocida del conde y la condesa.»
Mientras tanto, Mohamed ha secuestrado a la íntima amiga de Eylo, la también esclava árabe Zaida, de quien está enamorado y quien resulta ser la sultana de Toledo.
Ante los repetidos rechazos de Zaida, Mohamed decide herirla a través de sus seres queridos: la duquesa y sus hijos, a quienes envenena. El hijo varón, Alfonso, muere finalmente, aunque las mujeres se salvan gracias al antídoto que les proporciona Omar.
La duquesa, dolida como está por la muerte de su hijo, la ausencia de su esposo y la desaparición de su amiga, se vuelca en la construcción de un puente que facilitase la comunicación de la villa con el exterior.
«A últimos de abril y las grandes lluvias que habían caído engruesaran de un modo tal ebrio Pisuerga, que lo hicieran salir de su cauce, por lo que ocurrieran algunas desgracias; las barcas no podían pasar el rio y Valladolid estaba casi incomunicado con las aldeas vecinas, y si alguna barca lo cruzaba para pasar a algún mensajero del conde que traía noticias a su esposa y a su ciudad de sus victorias en la guerra, era exponiéndose en extremo y con grandes dificultades. La condesa estaba disgustada de estos contratiempos y no hacía más que discurrir cómo remediarlos. Pronto su imaginación la sugirió un proyecto grandioso y (…) pensó construir un gran puente sobre el Pisuerga, que uniese a Valladolid con los pueblos cercanos; pero no un puente como los que había sobre el Esgueva y que se caían a las primeras avenidas sino un puente grande, seguro, magnífico, que resistiese el embate de las aguas y del tiempo y que dijese a los siglos futuros lo que ella valía.»

A los pocos días de comenzar la obra, la duquesa repara en la torpeza de los constructores cristianos y decide recurrir a la sabiduría de los árabes, en concreto, a la de Mohamed, que ya había demostrado su habilidad en tal oficio.
Mohamed, que quiere extender su venganza a toda la villa de Valladolid, planea el Puente Mayor: construiría un puente tan estrecho que solo podía ser atravesado por un pequeño número de personas, lo que dejaría a la ciudad a merced de sus atacantes.
La duquesa, que no duda de Mohamed, consiente en acelerar las obras.
«Desde que él se hiriera cargo de ella adelantaba con extremada rapidez, y las dificultades para su construcción habían concluido.
Resolvió dejar el puente demasiado estrecho, para que cuando el ejército del Conde se viese en él no le fuese posible sino pasar poco a poco, y de manera que desde el rio pudiesen destrozarlos.»
Cuando el Conde Pedro Ansúrez retorna a Valladolid, asombrado por las dimensiones del puente, ofrece un suculento botín al arquitecto que sea capaz de ensancharlo. Entre las repetidas negativas de Mohamed, que casi convence a los condes de la imposibilidad de tal modificación, irrumpe un peregrino que se presenta como Hugo de Moncada, quien, desenmascarando a Mohamed, consigue la confianza del duque para ensanchar el Puente Mayor, una reforma que resuelve añadiendo otro puente exactamente igual adosado al primero.
«Concluido sin que tuviese un defecto, y de una manera que demostraba la gran sabiduría de constructor del peregrino. Le había añadido otro tanto, y la unión se veía clara y sin que quedase la menor duda, .pues el puente tenia doble anchura de cuando lo había hecho Mahomed. Era una obra grandiosa, magnífica, y que entusiasmaba a todos los cortesanos.
Parecía imposible que a aquella fuerte fabricación se hubiese podido unir otra igual en todo, y que solo se distinguía por añadidura debajo de los arcos y por la doble anchura que tenía.»
La leyenda está repleta de intrigas e historias que se cruzan con la de la construcción del puente, más relacionadas con el romance, el espionaje, los celos y los crímenes. ¿Por qué residía la sultana de Toledo –quien, por cierto, es felizmente liberada- por voluntad propia en un alcázar cristiano?¿De dónde sale el tal Moncada? ¿Qué ocurre con el príncipe Omar?. Para todo el que tenga interés en despejar estas y otras muchas cuestiones, os dejamos una copia íntegra del escrito de Feijoo digitalizada por la Biblioteca Nacional de España: consulta aquí.
4 Comentarios
Es una mala traducción o que? Hay frases y palabras sin sentido
Buenos días, María. Son citas del libro de Feijoo de Mendoza, escrito en 1872, por eso encuentras frases y palabras que parecen no tener sentido, ya que las citas no se han adaptado.
Puedes consultar el documento completo en el enlace que te dejamos al pie del texto. A pesar de que el lenguaje nos pueda parecer, hoy en día, ‘extraño’, se lee sin problemas y es una historia de los más interesante.
¡Gracias por leernos!
Y tan bueno que fue el puente, que hasta servía para que pasara el ferrocarril.
Muchas gracias por hacernos conocedores de tan magnífica historia de nuestra hermosa ciudad de Valladolid, mis padres, también de Valladolid, me habían contando una «historia que algo se parecía», pero me ha encantado conocerla y poder leerla con detenimiento en el enlace. Desde luego es una historia muy interesante… Gracias por compartir!!!