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La calle más vetusta de Valladolid: Juan Mambrilla

17 abril, 2015
Calle Juan Mambrilla

La calle Juan Mambrilla es una de esas ventanas al pasado que se abren en Valladolid, que recuerda a quien pasea al amparo de sus paredes que la ciudad una vez tuvo murallas, un Esgueva que bañaba su centro y un rosario de palacios que la hacían merecida capital.

Es la calle más antigua de la ciudad, al menos, según los documentos que se conservan. Su origen puede rastrearse hasta el 21 de mayo de 1095, fecha de una carta entregada por el conde Ansúrez y su mujer la condesa Eylo a la primera colegiata vallisoletana, la iglesia de Santa María la Mayor.

La primera calle de Valladolid no siempre tuvo el nombre que ahora ostenta. En su origen se bautizó como calle de Francos, lo que responde a dos teorías: la primera -la más aceptada- afirma que se debe al establecimiento de soldados franceses asentados en esta zona tras la toma de Toledo en 1085; mientras que la segunda plantea la posibilidad de que se debiese a las exenciones de tasas de sus primeros pobladores por situarse a extramuros y, por tanto, ‘fuera de la ciudad’.

Calle Juan Mambrilla

Calle Juan Mambrilla, antigua calle de Francos

Su nombre actual es un homenaje a Don Juan Francisco de Mambrilla, catedrático de la Facultad de Derecho de la Universidad de Valladolid, que vivió en esa misma manzana. El nombre se cambió poco después de su fallecimiento, un hecho erróneo según el historiador Juan Agapito y Revilla, quien consideró “de lamentar” el cambio de nombre de la calle “más antiguamente citada en los documentos”. En su libro Las calles de Valladolid añade un testimonio de León del Corral, quien opinó que el propio Mambrilla “habrá saltado de su tumba al ver que su mismo nombre (…) ha servido de pretexto para consumar una de estas profanaciones”.

En los siglos posteriores adquiere tal estatus que pasa a ser considerada una de las calles más importantes de Valladolid. Allí se elevaron hasta siete casas palaciegas, además de la sede del Tribunal de la Inquisición. Si bien la mayor parte de ellas han sido reemplazadas por construcciones posteriores, la calle de Juan Mambrilla todavía conserva restos arquitectónicos que ejemplifican el pasado palaciego y cortesano de Valladolid.

Al principio de la vía se levanta la fachada del palacio de los Mendoza con el escudo de la familia y un patio –rehabilitado- que comunica con la calle Paraíso a través del llamado Pasaje de los Alarcón.

Palacio zúñigaUno de los edificios con más historia de la calle –y quizá de la ciudad- es el número veinticuatro de Juan Mambrilla. Casa señorial de la familia Zúñiga en el siglo XV, pasó también por las manos de la condesa de Osorno y fue la primera sede del tribunal de la Inquisición en Valladolid. En tal palacio pasó la noche anterior a su ejecución Álvaro de Luna – el 19 de junio de 1489-, según testimonios que recopiló León del Corral y que rescató el historiador Juan Agapito y Revilla.

El recorrido finaliza en el actual convento de las Salesas. Situado en el número treinta y tres, fue en su día el palacio de los Mudarra. La construcción original, del siglo XVI, fue edificada para el deán de la catedral de Palencia, Antonio de Mudarra. Todavía conserva el escudo de la familia en su fachada. En su interior se conserva un claustro de dos pisos y arcadas en cada lado y la iglesia, de una sola nave, con un retablo de Esteban Jordán y una escultura de Pedro de Ávila.

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5 Comentarios

  • Reply Alvaro 16 abril, 2016 at 17:06

    Una auténtica pena el estado actual del pasaje los Alarcón. Para cuando una rehabilitación. Recuperando parte de su esencia pasada. Lamentable

  • Reply Rafael F. Llanes 16 noviembre, 2016 at 23:21

    Según tengo entendido, la calle más antigua de Valladolid es Santo Domingo de Guzmán.

    • Reply administrador 17 noviembre, 2016 at 12:31

      ¡Buenos días! Tomamos como referencia al arquitecto e historiador Juan Agapito y Revilla, imprescindible en el estudio de nuestra ciudad, que la considera la primera calle documentada. De hecho, se conservan documentos que hablan de la vía como tal de principios del siglo XI. Además, aunque los edificios han sufrido muchísimas modificaciones -apenas se conservan arcos de algunas casas palaciegas posteriores, del siglo XV, además de la Casa de los Mudarra, hoy convento de las Salesas-, la calle conserva su trazado original.

      Sin embargo, las construcciones que dan forma a la calle Santo Domingo de Guzmán, los conventos de Santa Catalina y Santa Isabel, se levantaron a finales del siglo XV; y en torno a sus muros creció el barrio, la antigua judería. Esto no significa que no hubiese asentamientos con anterioridad, solo se refiere a la calle como tal.
      Aunque, sin lugar a dudas, la conservación de la calle Santo Domingo de Guzmán es ejemplar, no solo si la comparamos con Juan Mambrilla, sino con el conjunto de la ciudad. Pocos rincones se conservan así.

  • Reply Nattivus 11 septiembre, 2017 at 17:54

    Datos muy interesantes para nuestro trabajo! Gracias!

  • Reply Inés 4 abril, 2018 at 07:51

    Muy interesante pero muy lamentable el estado de este patio en la actualidad. ¿Alguien sabe el grado de protección que tiene este pasaje? Gracias

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