La compañía Noviembre Teatro se reencuentra con el Siglo de Oro español con uno de los textos más emblemáticos de Lope de Vega, El caballero de Olmedo, que se estrena este viernes, 3 de noviembre, en el Teatro Calderón de Valladolid.
“El caballero de Olmedo es una comedia de capa y espada que se tuerce”: así ha definido el responsable de la adaptación y director del montaje, Eduardo Vasco la obra con la que Noviembre Teatro reivindica, una vez más, la literatura española más clásica, “muchas veces acomplejada de sus virtudes ante lo que viene de fuera, especialmente ante la creación anglosajona”, considera Vasco, quien ha profundizado en el universo shakespeariano en sus últimas cuatro producciones: Otelo, El mercader de Venecia, Hamlet y Noche de Reyes.
Después de “haber aprendido mucho sobre los clásicos españoles representando a Shakespeare”, Vasco se aproxima, de nuevo, al Fénix de los ingenios, a quien compara con el autor de Romeo y Julieta. “No les asustan los cambios espaciales y dan predominio a la acción, conductora de la dramaturgia”, unos condicionantes técnicos que, según considera el director de la compañía, puede haber influido en el olvido que sufrió esta obra de Lope hasta el siglo XX, cuando fue recuperada por las postrimerías de un Romanticismo cautivado por la acción, la tragedia y la incorporación de elementos casi mágicos como el destino.
Eterno Lope
Después de Shakespeare, Chejov, Ibsen o Camus, Eduardo Vasco recupera su predilección por los textos de Lope de Vega tan presente durante su etapa al frente de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (con la que llevó a escena adaptaciones de El castigo sin venganza, Las bizarrías de Belisa, La estrella de Sevilla, La moza de cántaro y El perro del hortelano) pero también como director de Noviembre Teatro (entre los años 2000 y 2003 estrenó No son todo ruiseñores, La fuerza lastimosa y La bella Aurora).
Sin embargo, cuando realizó su primera aproximación a Lope (en 1994, con un montaje de La bella Aurora) “parecía raro que gente tan joven se acercase a los clásicos”. “Para nosotros resultaba algo natural, los clásicos eran como nuestra casa”, explica.
Vasco confiesa que la adaptación de El caballero de Olmedo “es un proyecto que he tenido muchas veces en el tintero” desde que comenzase su fascinación, allá por la época de bachillerato, con la triste historia de don Alonso. Es “la injusticia del acto cobarde”, aunque lo que más le emociona es “la lírica de aquellos versos llenos de fatalidad”.
Junto con el fino uso de la lírica y la dignificación de la acción, Vasco alaba “el talento que tuvo Lope para abordar temas universales, que nos preocupan y afectan a todos”. “La historia de El caballero de Olmedo es muy española” se lamenta. “Un hombre joven, guapo y capaz, un tipo que se distingue de los demás por su nobleza y valentía es asesinado por envidia, muerto como un perro por la pura desesperación de un incapaz”.
La historia de envidia y odio que empaña el destino de don Alonso es tristemente atemporal. “Produce esa inquina que provocan las novedades en los pueblos y en las ciudades. Aparece como el diferente, que ocupa un espacio que el lugareño considera suyo”, pese a ser un hombre de honor, su origen le hace ser considerado “un usurpador”.
La palabra como protagonista
El reparto está encabezado por Daniel Albadalejo, quien se mete en la piel del “galanote, guapo y conquistador”, como bromea el actor, que es don Alonso; acompañado por quien ha sido su compañero en el escenario en no pocas ocasiones, Arturo Querejeta, como el criado Tello. El peso femenino de la obra recae sobre Isabel Rodas, que interpreta a doña Inés.
El elenco se completa con Charo Amador (la celestina Fabia), Don Rodrigo (pretendiente de Inés), Rafael Ortíz (don Fernando, amigo de Rodrigo), Antonio de Cos (rey y músico), Elena Rayos como Doña Leonor y José Vicente Ramos como Don Pedro, hermana y padre de la joven Inés.
Sobre ellos recae el peso dramático de un montaje basado en la potencia del actor, fiel al sello de Noviembre Teatro. “Nuestras maneras teatrales son conocidas: el actor y la palabra en primer plano”, explica el director, “la música en directo, el trabajo de elenco y una manera de entender el teatro sin artificios, sin inventos epatantes”.
- En el Teatro Calderón de Valladolid, viernes 3 de noviembre y sábado 4 de noviembre a las 20.30 horas, y domingo 5 de noviembre a las 19.30 horas.
- Entradas a partir de 10 euros a la venta en la página web del Calderón y en taquilla -de martes a viernes de 10 a 14 y de 17 a 20 horas y sábados de función, desde las 17 horas y hasta el inicio de la misma-.
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