¿Alguna vez has oído decir que los pasos de la Semana Santa de Valladolid hacen de la ciudad ‘un museo de arte sacro al aire libre’? El conjunto escultórico El descendimiento, obra del maestro de la imaginería castellana Gregorio Fernández, es una de las razones que sostienen este dicho.
Es una de las obras cumbres del barroco castellano. Realizada entre 1623 y 1624, su tremendo dramatismo y profunda teatralidad dotan de un inigualable magnetismo la recreación del descendimiento de Cristo de la Cruz.
Las siete figuras de la escena (Cristo, la Dolorosa, José de Arimatea, Nicodemo, San Juan, María Magdalena y un sayón) mantienen en la actualidad la disposición original sobre el tablero, ideada de modo que presenta un sentido ascendente, si se mira de frente, y una comisión en forma de rectángulo si se observa desde los laterales, de modo que se pueden contemplar todas las imágenes desde varias perspectivas. El peso dramático se sostiene sobre una imaginada línea diagonal que une a Cristo con la Virgen y que exalta el diálogo mudo entre madre e hijo.
Del mismo modo, Gregorio Fernández da muestra de su magistral manejo de la técnica escultórica y compositiva. Entre otros aspectos destacables, reparte las 3,5 toneladas de peso de forma hábil: dispone tres figuras a cada lado del eje central y a Cristo como contrapeso en el centro de la escena.
Se expone en una capilla adaptada en la iglesia de la Vera Cruz
Historia de El descendimiento
La Cofradía de la Vera Cruz concibe el encargo en un momento en el que busca renovar todas sus imágenes por otras de mayor calidad. Los cofrades piensan en Gregorio Fernández, con quien ya habían tratado (en 1619 realiza el grupo Azotamiento del Señor y en 1620, Coronación de Espinas). Además, el escultor ya gozaba de gran fama en la ciudad por sus trabajos para las cofradías de Nuestra Señora de las Angustias o de la Sagrada Pasión de Cristo.
Aunque estos trabajos dieron a conocer sus innovaciones en la escultura en madera policromada, El descendimiento es la obra que, en términos estéticos y técnicos, mejor representa el barroco en la imaginería castellana.
El contrato fue suscrito en junio de 1623. El escultor se comprometía a entregar el conjunto en menos de un año. Y, así, el paso (las siete tallas, una cruz y dos escaleras, todas ellas ensambladas y listas) fue entregado en los días previos a la Cuaresma de 1624 y procesionó en la Semana Santa de 1625. Fueron necesarios sesenta costaleros para cargar los 3.500 kilos del paso.
El descendimiento protagonizó un desgraciado suceso en la tarde del Miércoles Santo de 1741. Cuenta Ventura Pérez en su Diario de Valladolid (1885) que cuando el paso entraba en la Vera Cruz, se inclinó de manera que uno de los costaleros quedó atrapado contra uno de los pilares, ‘reventado’, decían los presentes, motivo por el que el paso comenzó a ser conocido como ‘El reventón’.
En 1757 el cabildo de la cofradía titular decidió retirar la imagen de la Dolorosa, sustituida ese mismo año por una réplica tallada por Pedro León Sedano. La escultura de Gregorio Fernández se instaló en el retablo mayor de la iglesia y pasó a ser conocida entre los devotos de la talla como la Dolorosa de la Vera Cruz. Además de su exposición para el culto, la cofradía quería aprovechar la popularidad de la escultura para que desfilara en su paso propio y que clausurara la procesión.
Al igual que la talla de la Dolorosa, el conjunto de El descencimiento era de los más valorados de la Semana Santa vallisoletana. El propio arzobispo Gandásegui, como parte de las modificaciones que introdujo para restaurar la celebración religiosa en la ciudad, disputo la creación de una cofradía destinada a alumbrar el paso de Gregorio Fernández. Se fundó en marzo de 1939, cuando realizó un improvisado debut con sus miembros sin uniformar, y desfiló de forma oficial al año siguiente. Los cofrades vistieron túnica verde y capa encarnada -a imagen del San Juan del paso que portaban- durante cuatro años. En 1944 la cofradía cambió al morado y blanco que mantiene en la actualidad. Porta el paso de Gregorio Fernández en la Procesión General del Viernes Santo y se une a la cofradía de la Vera Cruz, titular del conjunto escultórico, en la procesión de regla del Jueves Santo.
1 Comentario
Museos y semana Santa preciosos