Arte y Museos

Sansón. 25 años en El Norte de Castilla

26 agosto, 2020

En septiembre de 1995 El Norte de Castilla comenzó a publicar una viñeta diaria de Sansón.

Desde entonces, sin interrupción, el diario decano de la prensa española ha ofrecido a sus lectores los chistes, dibujos y viñetas de Rafael Vega que han atendido y analizado con su mirada crítica y mordaz durante estos veinticinco años no solo los acontecimientos más sobresalientes que han definido nuestra historia inmediata, sino los detalles costumbristas que
perfilan nuestra vida cotidiana y nuestra identidad. Desde lo local hasta lo universal, los 10.000 dibujos, tiras y viñetas publicados por Sansón en El Norte de Castilla y en los diarios regionales de Vocento constituyen una elocuente referencia para echar la vista sobre nuestro último cuarto de siglo y analizar de dónde venimos para, acaso, intuir dónde estamos.

Con motivo de este especial aniversario, El Ayuntamiento de Valladolid acoge en su sala de Las Francesas la exposición ‘Sansón 25 años en El Norte de Castilla. Una antología caprichosa entre 1995 y 2020’ que reúne una amplia y variada muestra de las viñetas, tiras y dibujos publicados
durante este último cuarto de siglo; un grato y resumido paseo por nuestros más inmediatos recuerdos locales, regionales y nacionales para recordar cómo éramos a finales del siglo XX para ser y pensar como pensamos en este bien entrado siglo XXI.

La exposición, que se inaugura el jueves, 3 de septiembre y que permanecerá en la sala de Las Francesas hasta el 2 de noviembre de 2020, dedicará también una sección a las viñetas que el autor ha venido publicando en El Norte de Castilla y en los diarios regionales de Vocento,
desde que se inició la pandemia de la covid-19 hasta el fin del estado de alarma.

Sobre Sansón

Rafael Vega, (1967), se licenció en la Facultad de Filosofía y Letras de Valladolid y se especializó en Historia Medieval antes de dedicarse al periodismo y la edición. A su empeño diario como colaborador periodístico añade su actividad profesional como editor de prensa y literario en varios sellos editoriales y una labor artística que aflora cada cierto tiempo en muestras y exposiciones, como la mostrada en el años 2018 en la ‘Sala 0’ del Museo Patio Herreriano de Valladolid bajo el título de ‘ProLogos’, o su muestra ‘Cardumen’ en el Museo Foz Côa de Portugal.

Aunque en 1995 sus viñetas iniciaron su andadura en El Norte de Castilla cobijadas en sus páginas de información local, pronto dieron el salto a la sección de Castilla y León, hasta que en el año 2005 se alojó en las páginas de Opinión. Para evitar que su atención a la actualidad política y social de ámbito más general privara a los lectores de su impronta local y autonómica, la dirección del periódico decidió que simultaneara su aparición diaria en las páginas de Opinión con la publicación de una tira dedicada al ámbito local y regional todos los domingos, tira que actualmente comparte la página 2 con el artículo dominical del director, Ángel Ortiz Dávila.

En el año 2006, Sansón fue galardonado con el Premio de Periodismo ‘Francisco de Cossío’ en la modalidad de humor gráfico y ha publicado hasta la fecha dos libros recopilatorios que se añaden al que edita El Norte de Castilla con motivo del 25 aniversario, junto con la exposición antológica patrocinada por el Ayuntamiento de Valladolid, la Diputación de Valladolid y con la colaboración de la Junta de Castilla y León.





A lo largo de las próximas páginas, Rafa Vega, ‘Sansón’, resume en una selección de viñetas y tiras de humor un cuarto de siglo en las páginas de El Norte de Castilla y, desde 2009, del resto de cabeceras regionales de Vocento. Se trata de una proeza al alcance de muy pocos. Rafa es un creador dotado de un talento fuera de lo común. Es un observador impenitente, selectivo, agudo y audaz de las pequeñas y las grandes historias del día a día. Está pertrechado de inmensa cultura y sentido común. Es además lo suficientemente sacrificado y generoso como para someter su vida personal, y la de su familia, al rígido calendario que exige la publicación diaria de una ilustración que concentre en un solo impacto de lectura la ironía, la sonrisa, la opinión, la paradoja, la novedad, la crítica y el justo punto de acidez… Ingenio en estado puro.
 
Es ya una obligación para El Norte de Castilla salir cada mañana a los quioscos con las ‘ingenialidades’ de Sansón. Gracias a ellas somos un periódico mejor, más exclusivo, más cercano y entretenido. El valioso libro que tiene en sus manos demuestra la enorme riqueza que aporta una firma como la suya, al modo de una especie de lluvia fina que va conformando un relato colectivo, en presente continuo, pero también la personalidad de la cabecera bajo la que se publica. Hoy El Norte de Castilla es lo que es también, de manera singular, gracias a los dibujos de Sansón: nos une ser universales, perseguir la excelencia, mantenernos atentos, vigentes y vigilantes. Y que disfrutamos del difícil trabajo de contar la actualidad a una opinión pública cada vez más exigente.
 
Las casi 400 piezas de este volumen no solo miran y valoran las noticias de cada momento, sino también la vida cotidiana y nuestra realidad social en este último cuarto de siglo. Son un tesoro. Son un regalo. Son el resultado de un desafío siempre inacabado. Son un privilegio.
 

Ángel Ortiz Dávila, director de El Norte de Castilla. Prólogo al libro ‘Sansón. 25 años.Antología caprichosa entre 1995 y 2020.

Desde que lo conozco, siempre le he oído decir que, en realidad, su trabajo no es dibujar viñetas, que él se dedica a desactivar bombas y ha de conseguirlo antes de que el temporizador se agote y el explosivo reviente el día. La parte buena es que siempre lo consigue, lo que hace de él una especie de TEDAX zurdo y milagroso que siempre corta el cable
adecuado. Hay parte mala: se trata de una bomba mágica y la cuenta atrás vuelve a ponerse en marcha en el momento exacto de su desactivación. Lejos de lamentarme, me temo que eso es algo que nunca hemos sabido agradecer lo suficiente, porque sin bomba no hay miedo, sin miedo no llegan las musas y sin musas no tenemos viñeta de Sansón.
Y sin su viñeta quizá no exista ni la mañana misma.
En ese caso tendríamos que mirar la vida directamente a la cara, sin filtros, y ya sabemos que eso ciega. Nos iba a tocar pintar bigotes a la realidad para hacerla más digerible, más brillante y más bella. Una realidad más Sansón. Estoy pensando que quizá deberíamos manipular la bomba para que se reinicie dos veces al día. Sospecho que, con el doble de dosis de Rafa, quizá tendríamos la mitad de problemas.

José F. Peláez. Columnista de El Norte de Castilla

Si antes de hacerse carne y habitar entre nosotros el Verbo hubiese preguntado, Sansón habría contestado alzando las cejas “no te molestes, ya vamos nosotros”; porque en el universo de Sansón es la carne la que se hace palabra despojando la realidad de todo lo demás, en un
alarde radical de ese principio del dibujo humorístico según el cuál todo lo que no es esencial en una viñeta sobra.
Y no es esencial en el universo de Rafa Vega “Sansón”, que cumple ahora 25 años en las páginas de El Norte, ni el entorno en que te encuentras, ni lo que estás haciendo, ni lo que pasa a tu alrededor, ni siquiera lo que piensas o sientes. En sus dibujos apenas están esbozados paisajes, arquitecturas o muebles; a sus personajes no les suceden cosas, pero
tampoco son simples bustos pensantes que sirvan de soporte para colocarnos una reflexión más o menos atinada o ingeniosa sobre la actualidad, como tan a menudo pasa con el humor gráfico de prensa. Nada de eso es importante en las viñetas de Sansón. Si me apuran, ni
siquiera las noticias a las que se refieren las viñetas son lo que realmente interesa al autor.
En los chistes de mi amigo Rafa hay un único afán, aunque más que una ambición es una luz ardiente que brilla como el tesoro de un dragón. La luz de una verdad profunda y valiosísima.
Sansón nos ofrece cada día en su viñeta la esencia de lo que nos hace humanos: un personaje habla a otro que le escucha. El otro personaje responde o reacciona; las más de las veces simplemente se sorprende de lo que oye y se compadece, lo que provoca la empatía del lector.
Así que cada viñeta es una epifanía cotidiana del diálogo, de la comprensión y de la piedad.
Todo en las viñetas de Sansón subraya esta “apoteosis diaria” de la comunicación personal: el rabillo de los bocadillos, que indica quién habla, no está resuelto con un simple triangulito que apunte a cada emisor, sino que se extiende, serpentea y hasta envuelve a los personajes
haciéndose dueño de la escena. Sus caricaturas siempre se presentan opuestas, de perfil y en el mismo plano, con una composición clásica en la que nada nos distrae del protagonismo de la relación de dos personajes que se miran.
Sansón combina esta disciplina compositiva con un grafismo torturado y abrupto que con el paso de los años ha ido perdiendo agresividad, y es que la cálida humanidad de Rafa se ha impuesto de tal manera a la voluntad de estilo que sus personajes picassianos, con boca vertical y nuca picuda, resultan adorables. Es lo que tiene respetar al lector, estar siempre de parte de los débiles, ser sabio y humilde y trabajar a la luz de una verdad profunda: somos seres que se hablan y se escuchan.

J.M.Nieto. Humorista gráfico

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