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El Valladolid de Miguel Delibes

2 octubre, 2020

“Yo soy como los árboles: crezco donde me plantan. Hasta tal punto, que si un día me alejaran de Castilla no acertaría a vivir. Castilla, Valladolid, esta es mi tierra”: con estas emotivas palabras declaraba Miguel Delibes el profundo sentimiento que siempre lo ató a nuestra ciudad, la que le vio nacer y a la que dedicó su última novela, El hereje.

(Son, también, las palabras con las que arranca el capítulo que el documental Esta es mi tierra dedicó al Valladolid de Miguel Delibes y que puedes ver completo en este enlace).

Acompáñanos en este paseo por el Valladolid de Miguel Delibes: te ofrecemos un recorrido con la mirada puesta en los enclaves que marcaron su vida y su obra.

Casa de la familia Delibes en la calle Acera de Recoletos.

1 Casa de la familia Delibes (número 12 de la calle Acera de Recoletos)

Miguel Delibes nació el 17 de octubre de 1920 y en esta casa, en el número 12 de la calle Acera de Recoletos, pasó el escritor su infancia.

Era el tercero de los ocho hijos que tuvieron Adolfo Delibes y María Setién. Miguel demostró, desde niño, una intensa fascinación por la naturaleza y el campo. En su infancia se forja el futuro cazador, una faceta que refleja en varias de sus novelas. También de pequeño se mostró aficionado al fútbol (siempre forofo del Real Valladolid) y a los largos paseos en bicicleta: tan largos como los más de 100 kilómetros que recorría de joven para visitar a su novia y futura mujer, Ángeles de Castro.

Volvamos a la casa en la que nació Miguel Delibes. Una placa realizada por Belén González recupera la famosa frase ‘Soy como un árbol que crece donde lo plantan’ para recordar a quien se detenga un momento frente al edifico que aquí vino al mundo uno de los más grandes escritores del siglo XX.

¿Sabías que aquí estuvo ubicado, tiempo antes del nacimiento de Delibes, el periódico El Norte de Castilla, que el escritor llegó a dirigir? Así lo contaba:

 ¿Cómo no admitir en la vida de los hombres un cierto determinismo? Los sótanos de esta capa trepidaron durante muchos años con las primeras máquinas de El Norte de Castilla, periódico al que mi vida ha estado vinculada.

Miguel Delibes en el documental Esta es mi tierra

Miguel Delibes pasea por el Campo Grande. En la imagen, junto a la Fuente de la Fama. Fotografía de la Fundación Miguel Delibes

2 El Campo Grande

El emblemático parque Campo Grande fue una constante en la vida de Miguel Delibes. Aquí, confesaba el escritor, dio sus primeros pasos, una experiencia que, decía, pudo marcar su inclinación al campo y su sentimiento de la naturaleza.

En este romántico jardín se declaró a quien más tarde sería su mujer, Ángeles. Su noviazgo comenzó en un banco junto a la Fuente de la Fama.  

Los paseos por el Campo Grande fueron una costumbre que Miguel Delibes mantuvo toda su vida. Muchos son los vallisoletanos que recuerdan encontrarse con el escritor deambulando en este pedacito de bosque en pleno centro de la ciudad…quién sabe si para entrar en contacto con la naturaleza hasta su próxima escapada al campo.

3 El Colegio Nuestra Señora de Lourdes (calle de Paulina Harriet)

Después su paso por el colegio de las Carmelitas, Miguel Delibes pasó a estudiar en el colegio Nuestra Señora de Lourdes, donde terminó Bachillerato en 1936. Durante su etapa escolar jugó al fútbol, deporte del que siempre fue aficionado (años después, cuando le ofrecieron dirigir El País, dijo que no quería trasladarse a Madrid porque supondría, entre otras cosas, alejarse del Real Valladolid).

En la revista colegial publicó sus primeros relatos, aunque no fue hasta 1946, casado y con su primer hijo en camino, cuando se decidió a escribir su primera novela, La sombra del ciprés es alargada.

La relación de Miguel Delibes con el colegio no terminó con el fin de su etapa académica. Eligió la capilla de este centro para contraer matrimonio con Ángeles de Castro. La pareja se casó el 23 de abril de 1946 –quiso la casualidad que el enlace tuviera lugar, precisamente, el Día del Libro-. Años después, cuatro de sus hijos y varios nietos estudiarían en este mismo colegio.

Fotografía de la Fundación Miguel Delibes

4 El Norte de Castilla (calle Duque de la Victoria con Claudio Moyano)

El edificio que ocupa la esquina entre las calles Duque de la Victoria y Claudio Moyano fue sede de El Norte de Castilla entre 1906 y 1995. Aquí desarrolló Delibes su carrera periodística.

Debutó en El Norte en 1941 como caricaturista. Su sueldo: cien pesetas al mes y entradas gratuitas a espectáculos. Firmaba sus viñetas como MAX, lo que era, en realidad, una romántica y enigmática declaración (descubre su significado en ‘Diez curiosidades sobre Miguel Delibes‘).  Su primer dibujo, unos ‘monos de fútbol, se publica el 14 de octubre de 1941.

Su primer artículo, El deporte de la caza mayor, ve la luz en septiembre de 1942 y en febrero de 1944 ocupa el puesto de redactor para sustituir a un compañero apartado del periódico en una purga ideológica.

En esta etapa, en esta redacción y por un teletipo, Miguel Delibes se enteró de que había ganado el Premio Nadal por su primera novela, La sombra del ciprés es alargada.

Desde su nombramiento como subdirector, en 1953, y durante su mandato como director, entre 1958 y 1963, emprendió una campaña para recuperar la línea ideológica del periódico y su vocación regionalista.

Los enfrentamientos con la Dirección de Prensa del Régimen fueron abiertos. El Consejo de Administración de El Norte recibió desde Madrid, incluso, una velada amenaza sobe las funciones que se le otorgaban a Delibes.

Lanzó duras críticas sobre las condiciones del campo, emprendió una campaña a favor de la subida del precio del trigo, permitió la publicación de artículos sobre los pintores mexicanos de tendencia comunista Diego Rivera y José Clemente Orozco. Siempre se recordarán sus incendiarias denuncias acerca de temas agrarios que provocaron la ira de Fraga con el díscolo artículo La ruina de Castilla publicado el 24 de marzo de 1963.

El desgaste hace mella en un Delibes que, aunque dimite como director, se mantendrá vinculado a El Norte de Castilla durante años.

Bien conocía Miguel Delibes la situación de la prensa del momento cuando afirmó que “en este país inclinado a la violencia y al resentimiento es más difícil que un periódico llegue a centenario a que lo haga una persona”.

5 Teatro Calderón (calle de las Angustias)

Ponemos fin a este paseo por el Valladolid de Miguel Delibes con un regreso a sus antepasados, ligados al Teatro Calderón.

El apellido Delibes proviene de Francia. Su abuelo Fréderic Delibes (emparentado con el compositor Léo Delibes, como te contamos aquí) se trasladó a Cantabria para participar en la construcción de la línea ferroviaria Alar del Rey – Santander.

Fréderic pasó a ser Federico. Se estableció en el pueblo cántabro de Molledo, donde Miguel pasó sus primeros veranos y ambientó su novela El camino.

Se sabe que hacia 1890 ya residía en Valladolid, donde dirigía la fábrica de carpintería mecánica Federico Delibes. Esta firma realizó el piso móvil que tuvo la sala principal del Teatro Calderón hasta su última reforma.  El mecanismo permitía elevar el patio de butacas hasta ponerlo a la altura del escenario y aprovechar, así, el espacio para la celebración de galas o bailes.

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