Eventos y festejos

Detrás de un espectáculo de fuegos artificiales

5 septiembre, 2014

No hay festejo popular que no cuente con un espectáculo de fuegos artificiales. Con una cita ineludible durante las fiestas de la Virgen de San Lorenzo, capaz de aglutinar y fascinar a personas de todas las edades y gustos durante unos minutos de estallidos, de luces y figuras imposibles salpicadas sobre el negro de la noche, de silbidos seguidos de sacudidas ensordecedoras.

Un resultado efímero que implica un trabajo de meses, como explica Antonio García, director comercial de Elite Fuegos Artificiales, empresa que ganó el tercer premio del XVIII festival pirotécnico Ciudad de Valladolid después de lanzar más de 3000 artificios pirotécnicos, 700 de los cuales se concentraron en la traca final.

Festival Pirotecnico InternacionalValladolidEl proceso comienza con la coreografía. Aunque el tiempo necesario para el diseño es una labor que viene marcada por variantes como presupuesto, lugar de lanzamiento o si es piromusical; un espectáculo simple conllevaría un trabajo de diseño de unas dos horas. A ello hay que sumarle el montaje, que requiere entre seis y nueve operarios y unas veinticuatro horas. Se trata de un duro trabajo manual que pasa desapercibido para el espectador y que, sin embargo, es determinante en el éxito del espectáculo. En palabras de Antonio García «estamos hablando de pólvora y hay varios factores que influye sobre el espectáculo: meteorología, averías, retrasos, fallos y en algunos casos que utilizamos el disparo eléctrico, también contamos con el imprevisto de las maquina.». Un combinado de elementos que hacen indispensable la destreza de los operarios.«Aunque el diseño o coreografía está pautado desde que sale de la fábrica, siempre hay lugar para la improvisación», asegura García.

Más allá de la coreografía o el montaje, el secreto mejor guardado de Elite es el listado de fórmulas para dar color a los fuegos. A pesar de no poder revelar estos rituales inconfesables, su director comercial explica que «la composición es igual a la suma de tres elementos: oxidante, reductor y aditivo, una base sobre la que trabajan para lograr diversas tonalidades añadiendo compuestos como el titanio, nitrato de bario, estroncio o zirconio».

La fascinación que sentía por los fuegos artificiales se ha visto incrementada tras las explicaciones de la empresa Elite. Surgen cuestiones como por qué manos pasarán kilos de pólvora tratada y envasada con un marcado carácter artesanal, qué secretos guardarán para crear color de la nada o cómo lograrán hacer bailar chispas y estallidos sobre el paraje del caño hondo, pero sobre todo, ¿cómo sentirán esta suerte de alquimistas modernos la combustión de sus 3000 petardos elaborados durante meses y quemados en quince minutos?.

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