La Semana Internacional de Cine de Valladolid es cine, puro cine. Sin ornamentos superficiales ni aderezos innecesarios que eclipsen el denominador común desde su primera edición: la calidad.
El actor Imanol Arias declaraba al diario El Norte de Castilla durante su visita al festival en 1985 que la Seminci ‘es famosa por ser un evento cinematográfico que prescinde del lujo y del glamour’ que ‘se convierte en un Festival cinematográfico específicamente’.
Es la opinión imperante entre los grandes del cine español. El mismo periódico recogió en una entrevista realizada en 1991 las palabras del director Gonzalo Suárez, para quien ‘su motivación principal (de Seminci ) es el cine’, o las de Montxo Armendariz, quien en 1997 aseveraba que en este festival ‘a diferencia de otros, siempre puedes ver muy buenos filmes’.
Primeros años

Cartel de la I Semana de Cine Religioso de Valladolid
El matiz con el que se fundó dista mucho del tono actual del festival. Su primera edición, en marzo de 1956 como Semana de Cine Religioso de Valladolid se centraba en el enaltecimiento de los valores cristianos con el séptimo arte como vehículo casi propagandístico.
En 1958 adquirió su carácter competitivo con la aparición de los premios Don Bosco de oro y de plata y una Mención especial. Fueron sustituidos, en la edición inmediatamente posterior, por el premio Lábaro y el Precio Ciudad de Valladolid.
Una temática tan estrecha junto con la exigencia de calidad cinematográfica pronto se tradujo en una falta de títulos en cartel. Esta situación, unida a la admisión de piezas audiovisuales comprometidas con los derechos humanos, hizo que en su cuarta edición el festival pasase a llamarse Semana Internacional de Cine Religioso y de Valores Humanos.
Ese mismo año, 1960, se estrenó la Espiga de Oro como galardón, que compartió durante algún tiempo protagonismo con los premios Lábaro y Ciudad de Valladolid y, desde 1961, con el Premio San Gregorio.
La Seminci
El nombre actual del festival, Semana Internacional de Cine Valladolid o Seminci por su abreviatura -aceptada por necesidad de ahorrar espacio en los telegramas-, se adoptó en 1973; un cambio que respondía tanto a la eliminación definitiva del carácter religioso del festival como al crecimiento de películas que participaban en él.

En 1973 el festival adoptó su nombre actual
Las sucesivas ediciones incorporaban novedades en los premios con la introducción de los galardones que forman el palmarés de la Sección Oficial en la actualidad: Espiga de Oro y de Plata -en largometrajes y cortos- y de Honor; mejor director, actor y actriz; premio Miguel Delibes al mejor guión, premio Pilar Miró al mejor nuevo director, premio al mejor cortometraje europeo, premio de la crítica internacional y el premio diversidad cultural.
Se suman los premios especiales del Jurado, del Público y de la Juventud, la mención de jóvenes actores y los de dirección de fotografía y música original.
Las secciones Tiempo de Historia (de corte documental) y Punto de Encuentro (dedicado a primeras y segundas películas) cuentan con sus propios galardones y jurado.
Ilustre festival
En la actualidad, Seminci está considerado como uno de los festivales de cine más relevantes en el panorama español y europeo, con una importante presencia internacional labrada a lo largo de sus 59 ediciones y con las particularidades de apostar por el cine de autor y de aceptar películas no inéditas.

La Plaza Mayor durante la XX Seminci. Fondo Carvajal.
El apoyo de directores y actores nacionales (Pedro Almodóvar Carmen Maura, Maribel Verdu, Fernando Fernán Gómez, Paco Rabal, Aitana Sánchez Gijón, Juan Echanove, Iciar Bollaín, Imanol Arias, Concha Velasco…) ha compartido espacio con los elogios de importantes figuras no solo del cine, sino de la cultura a nivel internacional que han apostado por el festival presentando sus obras o incluso participando como jurado: es el caso de firmas de la talla de Mario Benedetti, Robert Guédiguian, Ettore Scola o Yvonne Blake.
Muchas de las películas que han concurrido en la Seminci forman parte del imaginario de varias generaciones: Alguien voló sobre el nido del cuco (de Milos Forman), Primera plana (de Billy Wilder), Loca evasión (de Steven Spielberg), Thelma&Louise (de Ridley Scott) y La naranja mecánica (de Stanley Kubrick) son solo una muestra de gran diversidad y riqueza cinematográfica que se da cita cada mes de octubre en Valladolid.
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