De la mano de Cipriano Salcedo y la tortuosa vida que le imaginó Miguel Delibes en su novela El Hereje, recuperamos la memoria de Valladolid en su época de máximo esplendor, la primera mitad del siglo XVI, marcada por la llegada de la Corte y de la Inquisición.

Guiados por la novela, pero siempre remitiéndonos a hechos históricos, recorreremos la zona palaciega que se despliega en torno a la plaza de San Pablo para detenernos en los edificios que fueron residencia de reyes, de banqueros y ricos mercaderes y, como nos recuerda Delibes, también de los funcionarios de la Real Audiencia y Chancillería, que tanta importancia tiene en su texto. Nos adentraremos en la clandestina actividad de los herejes luteranos que, en la novela de Delibes, se mezclan con personajes auténticos en escenarios históricos.

Parte de la ruta nos remite, siguiendo las andanzas de Salcedo, al oscuro episodio de la Inquisición. Los autos de fe se celebraban en la Plaza Mayor como una fiesta más, con público, gradas y vítores. Acompañaremos a los reos condenados en su tortuoso camino hacia el ‘quemadero de la ciudad’, donde concluiremos una visita que, en parte, aborda un hecho histórico real y documentado: los dos grandes autos de fe que se celebraron en mayo y octubre de 1559.