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Punto de Encuentro reúne once títulos que reflejan la infancia golpeada, la inmigración y el desempleo en el mundo
10

oct.

2017

Punto de Encuentro reúne once títulos que reflejan la infancia golpeada, la inmigración y el desempleo en el mundo

La sección de Seminci dedicada a primeras y segundas películas contará con cintas de autores procedentes de Túnez, Lituania, Argentina, Brasil, México, República Checa, Israel o Canadá 

La 62ª Semana Internacional de Cine de Valladolid, Seminci, programará once largometrajes en la sección Punto de Encuentro, la muestra paralela de carácter competitivo que reúne primeras o segundas películas de ficción que posean un especial relieve por su valía temática o estilística.

Las obras seleccionadas, procedentes de países como Túnez, Lituania, Argentina, Brasil, México, República Checa, Israel o Canadá, entre otros; reflejan temas como la infancia y adolescencia golpeada por circunstancias del entorno familiar y social, la inmigración o el desempleo. El Premio al Mejor Largometraje en esta sección paralela está dotado con 15.000 euros para el director de la cinta ganadora. 

Obras a competición

Estrenada en el pasado Festival de Cannes, Aala Kaf Ifrit (Beauty And The Dogs, Tunez/Francia/Suecia/Noruega/Líbano/Catar/Suiza), es el segundo largometraje de la directora tunecina Kaouther Ben Hania. La película sigue el peregrinaje de una joven estudiante que sale a divertirse y se ve envuelta en una noche de pesadilla y una búsqueda kafkiana para obtener justicia tras una violación.

Adiós entusiasmo (So Long Enthusiasm, Argentina/Colombia), es el debut de Vladimir Durán. Axel, de diez años, vive con sus tres hermanas y una madre encerrada siempre en su habitación, con quien los niños se comunican a través de una pequeña ventana.

La ópera prima de Fabio Meira, As Duas Irenes (Two Irenes, Brasil), trata sobre una niña de 13 años que descubre que su padre tiene otra hija de su misma edad, también llamada Irene. Fascinada por su hermana, decide emular la doble vida de su padre, entrando en un juego lleno de secretos y mentiras.

Ayúdame a pasar la noche (Help Me Make It Through the Night, México), primer largometraje de José Ramón Chávez Delgado, presenta tres días en la vida de una mujer con ludopatía y su familia.  Un accidente les hará replantear sus decisiones, ya que uno de ellos, según los médicos, no sobrevivirá a esa noche.

En Haporetzet (The Burglar, Israel), segunda película de Hagar Ben-Asher, la protagonista, superada por los acontecimientos (problemas económicos, la desaparición de su madre y un robo), se convierte en ladrona, parece decidida a vivir en una vida imaginaria, hecha de objetos y pedazos arrancados de las vidas de otras personas.

Hoy partido a las tres (Argentina), primer largometraje de Clarisa Navas, trata sobre un equipo de fútbol femenino cuyas jugadoras aguardan con ansiedad el comienzo de un torneo. Durante la espera suceden amores, conflictos o política. A medio camino entre el documental y la ficción, sus protagonistas son las jugadoras reales del equipo de fútbol. 

La ópera prima de Kathleen Hepburn, Never Steady, Never Still (Canadá) narra cómo una enferma de Parkinson durante más de dos décadas afronta la terrible situación de ver cómo su marido y cuidador muere repentinamente de un ataque al corazón. 

Paris La Blanche (Francia/Catar), debut de Lidia Leber Terki, habla de la búsqueda de una mujer argelina de su marido, uno de tantos que emigraron a Francia en los años 70. 

Spína (Filthy, República Checa/Eslovaquia), primer largometraje de ficción de Tereza Nvotová, aborda la brusca ruptura con la inocencia de una joven cuando su profesor la viola en su propia casa. 

El primer trabajo de Egle Verteyle, Stebuklas (Miracle, Lituania/Bulgaria/Polonia/Reino Unido), está ambientada en la Lituania de 1992, justo cuando el capitalismo desplaza al comunismo. En este contexto, una mujer lucha por mantener su granja cuando un americano llega al pueblo y promete salvar su negocio.

Sventasis (The Saint, Lituania/Polonia), estreno de Andrius Blazevicius, narra cómo la crisis financiera de EE UU en 2008 alcanza incluso a un pequeño pueblo lituano. Un hombre en paro ve cómo, a punto de firmar un contrato, la empresa se echa atrás. Sin objetivos en la vida, lo único que le queda es el romance que mantiene con una peluquera y su obsesión con una cinta de video de un hombre que afirma haber visto a Jesús.
 

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