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La obra de Tàpies hila el recorrido por el arte de la posguerra que presenta el Museo Patio Herreriano
19

avr.

2018

La obra de Tàpies hila el recorrido por el arte de la segunda mitad del siglo XX que presenta el Museo Patio Herreriano

La exposición 'Tàpies. De Dau al set al Grupo El Paso' exhibe obras de  Feito, Millares, Saura, Serrano y  Tàpies, entre otros

El Museo Patio Herreriano de Valladolid recupera las nueve obras –cuatro pinturas y cinco grabados- de Antoni Tàpies que custodia la Colección Arte Contemporáneo para componer un recorrido cronológico por la evolución del arte en España durante la Dictadura contextualizado con otras 25 piezas de Modest Cuixart, Luis Feito, Manuel Millares, Antonio Saura y Martín Chirino, entre otros. 

Tápies es la figura en torno a la cual la comisaria y coordinadora Colección, Beatriz Pastrana, ha organizado la muestra. Así lo ha explicado en su inauguración, acto presidido por la concejala de Cultura y Turismo, Ana María Redondo. La edil, por su parte, ha destacado “el rumbo tomado para reforzar” la presencia de la Colección, “una de las más importantes del país y de las que mejor explican el arte del siglo XX en España”.

'Tàpies. De Dau al set al Grupo El Paso' abarca la evolución de la creación artística desde la posguerra y hasta los años 80 “a través de un artista tan conocido que por sí mismo es suficiente gancho”, en referencia a Tàpies, “al que rodeamos de importantísimos nombres, Premios Nacionales de Pintura o Medallas de Oro de Bellas Artes”. 

Su disposición cronológica reúne en la sala 7 las piezas correspondientes a su etapa como colaborador de la revista Dau al Set, fundada en 1947, que, aunque breve, es representativa en su haber. “En estos años tiene una fuerte conexión con el surrealismo, pero desde una perspectiva muy personal” marcada “por la introducción de elementos relacionados con la magia”, algo que, como explica Pastrana, “no es habitual en sus coetáneos”. 

Es la época en la que se configura el grupo El Paso. Aunque Tàpies nunca formó parte, la muestra incluye obras de algunos de sus representantes y fundadores –Antonio Saura, Manuel Miralles, Manuel Riviera, Luis Feito o el escultor Pablo Serrano- “por la cercanía que mantuvo con ellos y los planteamientos similares que presentan”.  Es, también, la época en la que la abstracción fue una suerte de salvoconducto para la denuncia política y social, representada en estas obras “por los colores oscuros y la sensación de agresividad y violencia que transmiten las salpicaduras, los arañados o las rasgaduras de las piezas”. 

Tres años después de que la publicación viese la luz viaja a París, donde entra en contacto con la abstracción “que irrumpe con tal fuerza que abandona el surrealismo”. Es el comienzo de la experimentación con la textura y con la tridimensionalidad, “por la que es más conocida su obra”, como ponen de manifiesto los grabados que cuelgan de la sala 6. Realizados en 1988, cuando Tàpies ya contaba con la Medalla de Oro al mérito en Bellas Artes (1981), el Premio Wolf de las Artes (1982), el Premio Rembrandt de la Fundación Toepfer de Hamburgo (1983) y las distinciones de doctor honoris causa del Royal College of Arts de Londres (1981) y de Officier de l'Ordre des Arts et des Lettres de Francia (1983), “anuncian aspectos del arte povera”, del que es considerado precursor, como broche a la muestra. 

"Puede resultar una exposición dura y agresiva por su complejidad, los tonos oscuros y las técnicas agresivas que imperan", ha reconocido la comisaria, quien, no obstante, destaca su valor "como muestra representativa del arte en España desde la posguerra, la incipiente introducción de las vanguardias y la denuncia política escondida en un lenguaje abstracto". 
 

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