El actual Convento de Santa Isabel, originariamente fue un beaterio femenino, fundado en 1472 por doña Juana de Hermosilla. Pasa a ser comunidad de terciarias franciscanas por autorización de Inocencio VIII en 1488, consiguiendo la clausura a inicios del siglo XVII. Actualmente lo ocupa una comunidad de Madres Clarisas.

Del conjunto de edificaciones conventuales destacan la iglesia y el claustro. La iglesia iniciada hacia 1506, de planta rectangular estructurada en tres tramos, con influencia del gótico. En 1720 las reformas de Manuel Godoy introducen una ornamentación más clasicista. El templo alberga obras escultóricas de Francisco Velázquez, Gregorio Fernández o Juan de Juni. El claustro anejo de dos alturas, con tracerías góticas en los antepechos y planta trapezoidal. Dicho claustro fue restaurado y está abierto al público desde 1989. Es visitable la iglesia y el Museo del monasterio, pudiéndose ver el claustro, diferentes dependencias, la cocina, la Biblioteca o algunas capillas-oratorios.