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La mirada íntima de Kati Horna sobre la Guerra Civil conduce una muestra con 100 fotografías de la artista húngara  
8

nov

2017

La mirada íntima de Kati Horna sobre la Guerra Civil conduce una muestra con 100 fotografías de la artista húngara  

La artista, 'obrera de la fotografía', documentó el conflicto armado cediendo el protagonismo a la vida cotidiana en la retaguardia

Casi un centenar de instantáneas de la Guerra Civil Española firmadas por la fotoperiodista húngara Kati Horna se exhibe, desde hoy, en la Sala Municipal de Exposiciones de la Casa Revilla bajo el título La mirada de Kati Horna. Guerra y Revolución, una selección de  las 270 instantáneas suyas que custodia el Centro Documental de la Memoria Histórica.

“Una obrera de la fotografía”, como ella se definía, cubre el conflicto con el acento puesto en la población civil del bando republicano –aunque en la muestra pueden verse imágenes del frente de Aragón, la Columna de Ascaso o la retirada de Teruel-. Su mirada no está exenta de motivación política: anarquista, feminista, colaboradora de revistas como Tierra y Libertad, amante de Robert Capa; llega a España para documentar la lucha del movimiento libertario por encargo de la Confederación Nacional del Trabajo. 

Además de constituir un importante testimonio histórico de la contienda, la muestra descubre el legado de una fotógrafa desconocida, pese a ser una de las creadoras más inusuales del fotoperiodismo de su época y una de las mujeres pioneras en este campo con Gera Taro o Tina Modotti, también enviadas al frente español. Su reportaje se distingue de otras coberturas de la guerra por marcar las distancias con el ensalzamiento heroico de la batalla para tender la mano a la población civil. Su pesada cámara rolliflex - otra distinción respecto a otros compañeros, que apostaron por cámaras ligeras como la Leica-, captó la vida en pueblos, en hospitales, en centros de acogida. Kati Horna se desenvuelve en una retaguardia donde se palpa la miseria, el desconsuelo, el miedo; pero también la lucha cotidiana de las familias. Y, de vez en cuando, enmarcada por el formato cuadrado que caracteriza la colección, la sonrisa de un niño o un baile popular que recuerdan que, pese a todo, la vida sigue. 


Kati Horna (Budapest, 1912 – Ciudad de México, 2000) nació como Kati Deutsch en el seno de una familia judía. En su juventud reside durante un periodo breve, debido al ascenso del nazismo, en Berlín, donde entra en contacto con las vanguardias y en especial con el grupo de Bauhaus. Su regreso a Budapest es el comienzo de una febril actividad creativa que arranca en el taller con Jósef Pécsi, con Endre Friedmann (Robert Capa) como compañero. 

Su consolidación como fotorreportera llegó en París. En la capital del Sena trabajó para la Agence Photo, para la que realizó sus famosas series El mercado de las pulgas y Reportaje de los cafés de París, y se aproximó al movimiento surrealista. 

Se traslada a España en 1937, siguiendo los pasos de sus compañeros y amigos Weisz y Capa, para realizar un reportaje propagandístico del movimiento libertario. Recorrió Aragón, Madrid, Barcelona, Valencia, Castilla La Mancha y Andalucía, capturando algunas de las imágenes que ahora se exponen en Valladolid. Durante la contienda conoció a quien fue su marido, el pintor José Horna.  En su huida a Francia, Kati logró conservar 270 negativos de su paso por España, los mismos que cedió con la entrada de la democracia al Ministerio de Cultura y que hoy se conservan en el Centro de Documentación de la Memoria Histórica. 

  • La mirada de Kati Horna. Guerra y Revolución (1936 - 1939)
  • Hasta el 3 de diciembre. De martes a domingo y festivos, de 12 a 14 y de 18.30 a 21.30 horas.
  • Entrada gratuita.

 

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