Hubo un tiempo en el que el río Pisuerga no pasaba por la ciudad de Valladolid…porque ésta no existía. Una llanura definida por cauces era el papel en blanco sobre el que se escribiría la historia de una ciudad cuyo origen es tan desconocido como el de su propio nombre.
Tenemos que retroceder cerca de mil años. Los primeros pobladores estables de Valladolid se establecieron en lo que hoy conocemos como la plaza de San Miguel, el centro primigenio de la ciudad. El escenario en el que se desarrolla su historia, un territorio con escasa población tras la invasión musulmana que, sin embargo, empieza a acoger habitantes estables tras la disolución del enemigo y la muerte de Almanzor, a principios del siglo XI
En un enclave de este valle, caracterizado por su gran número de ríos y arroyos, se sembró el germen de lo que hoy conocemos como Valladolid.
El Duero riega las tierras del Pinar de Antequera, pero es su afluente, el río Pisuerga, el cordón que vertebra el nacimiento y crecimiento de la ciudad. Su orilla izquierda bebe de las dos desembocaduras de la Esgueva, un ramal norte que recorría desde la actual Plaza de la Universidad hasta la plaza del Poniente, y un ramal sur que marchaba por la calle Miguel Íscar.
El agua concede a estas tierras la condición de ideal para el cultivo. Se trataba, seguramente, de uno de los mejores terrenos para la agricultura de toda la comarca.
En un ligero alto en este pedazo de la meseta cosido por cauces, se establece una pequeña aldea dentro del territorio jurisdiccional de Cabezón de Pisuerga, destinada a acoger a los labriegos que acudían a trabajar estas tierras de calidad.
Casas y caseríos servían de albergue para esta población temporal que, con el tiempo, se vuelve estable. Los pobladores, organizados bajo la fórmula de ‘concilium’ o concejo, levantaron un primer cerco defensivo de poca altura, más una empalizada que una muralla. Construyeron dos iglesias, la de San Pelayo y la de San Julián -donde hoy está la Iglesia de San Miguel, que nombró a la céntrica plaza-.
¿Qué hizo que esta pequeña aldea agrícola floreciese en número de habitantes e importancia? ¿Qué llamó la atención de reyes y nobles para establecer aquí un centro de población de tal envergadura?
Precisamente, la situación del valle del Duero como terreno fronterizo que tantas trabas había supuesto para establecer ciudades, fue la condición que marcó el curso de la historia de Valladolid. Fulminada la amenaza musulmana, las tierras que hoy ocupa la ciudad ejercían de frontera entre los reinos de Castilla y de León, además de encontrarse en un ideal cruce de caminos respecto a los reinos del norte e importantes reinos de taifa como Toledo.
Es lógico el interés que la zona despertó en Alfonso VI, coronado rey de León, de Galicia y de Castilla tras la muerte de su hermano Sancho en 1072, año el que concedió el señorío de Valladolid al conde de Carrión y Saldaña, Pedro Ansúrez con el fin de repoblar el valle del Duero y establecer una fuerte población.
La de transformar la aldea agrícola en villa y ciudad fue una tarea que el conde Ansúrez cumplió con éxito. Una labor tan ardua e ingente, que bien merece toda una serie de textos propios.
7 Comentarios
Se cita como un afluente del Pisuerga «el arroyo Mataburros -por la calle San Quirce y la Plaza Mayor-«, creo que hay algún error por la separación en distancia y topografía entre ambas referencias, ¿podrías aclararlo? Gracias y enhorabuena por el post.
Buenos días, Óscar. Quizá sea más correcto ‘entre la Plaza Mayor y la calle San Quirce’, entorno donde se ubica la actual Iglesia de San Miguel, uno de los más elevados de la zona cuando se produjeron los primeros asentamientos agrícolas estables, lo que favorecería el cauce de los arroyos. No obstante, vamos a consultar la información -esperamos actualizar la entrada pronto-. Muchísimas gracias por leernos y por tu acertada observación 🙂 .
Muy interesante Estoy aprendiendo la historia de la ciudad donde nací que no conocía Algunas cosas como la del río Esgueva las oíamos en casa Me ha gustado mucho, Gracias
¡Gracias por tu comentario, Pilar!
Yo no nací en la capital, pero la siento como propia. Yo he vivido en varías, pero sin duda, esta será siempre la mía.Viví en la calle Duque de Lerma esquina a la plaza de Universidad. Por desgracia para mi poco tiempo.
Nos alegramos mucho del recuerdo que llevas de tu ciudad, ¡muchas gracias por tu comentario!
Yo llevo a Valladolid como mi primer apellido….con mucho orgullo.Pero nací a 80 kilómetros de esa bonita ciudad.