El Museo de Arte Contemporáneo Patio Herreriano presenta las tres primeras exposiciones del año en el que conmemora su 20 aniversario: 'Un transitar' y 'Horas felices', dedicadas a Berta Cáccamo, y 'Las calles y los cuerpos', del escultor Jacobo Castellano.

La mirada retrospectiva a Cáccamo es la primera muestra que una institución pública dedica a la pintora gallega desde su fallecimiento en 2018. El Herreriano reivindica a una de las creadoras más relevantes de la historia reciente de la pintura española a través de una propuesta doble comisariada por Juan de Nieves.

'Horas felices' es un recorrido retrospectivo en torno a la serie homónima. Realizada en los años 90, en la plenitud de su carrera profesional después de su traslado a París, pero durante una etapa emocional difícil, supone un punto de inflexión en su obra: su pintura se transforma de manera sustancial con la introducción del color, aplicado como un recorrido invasor que apenas deja ver la superficie.

Frente a la composición analítica que hasta el momento había imperado en su obra, Berta arroja en esta serie una importante energía performativa. A partir de esta época, su trabajo se diversificará y pondrá de manifiesto su constante investigación sobre la pintura.

De forma complementaria el legado de Berta Cáccamo se pone en diálogo con la Colección Arte Contemporáneo. 'Un transitar' se enmarca, así, en la línea de investigación del museo sobre el arte español más reciente. “Un recorrido nítido y preciso, formidablemente montado, que a través de estas relaciones presenta nuevas formas de entender la obra de Berta”, ha explicado el director del centro, Javier Hontoria.

El objetivo de la muestra es "conectar la obra de Berta con el pasado y con los artistas entre los que transitó de forma silenciosa", ha señalado su comisario, quien ha apuntado la introducción de una perspectiva de género necesaria, "pues casi todos los creadores de la época en la que comenzó su carrera eran hombres". Están presentes, entre otros, Alfonso de Olivares, Juan Uslé, Puig Manera o Navarro Baldeweg.

Además de la escasa inclusión de mujeres en la nómina de artistas que ha establecido el relato del arte español en el siglo XX, el comisario ha calificado como "un acto de valentía" la decisión de la artista de dedicarse a la pintura "en un momento de cambio y de incertidumbre en el que muchos diversificaban su creación hacia otros lenguajes como la instalación o la imagen en movimiento".

En otro plano, las propuestas presentadas hoy en el Patio Herreriano establecen un diálogo entre la ya histórica Berta Cáccamo y el escultor andaluz Jacobo Castellano. "Pese a la diferencia de edad, a cultivar distintas manifestaciones creativas o a la procedencia de estos artistas, el público podrá intuir un interesante elenco de resonancias comunes a ambos. Se ha buscado la coincidencia temporal de las dos muestras por algo", ha subrayado Hontoria.

Las esculturas de Castellano, repartidas en la capilla, el claustro y la Sala 9, introducen la obra de uno de los artistas más importantes de su generación caracterizada por una fuerte convicción escultórica en la que la materia precaria, sobre todo la madera, prima. El artista, presente en la presentación de 'Las calles y los cuerpos', ha defendido "la cara b de las cosas" como inspiración en su trayectoria.

"Me gusta observar el otro lado, lo que va más allá de la pomposidad, lo que está fuera del foco", explica Castellano. Lo compara con el hallazgo "hace un tiempo, en una casa familias, de  una vieja ratonera. Yo veía una fantástica pieza, tallada con mimo, con un sistema de guillotinas de una precisión exquisita y, sin embargo, condenada a estar oculta".

Ese aplauso de lo oculto ha guiado la instalación que se muestra en la Capilla del museo, inspirada en el retablo de San Benito de Alonso Berruguete cuyo reverso se expone en el Museo Nacional de Escultura. El propio título de la exposición, 'Las calles y los cuerpos', hace referencia a las calles que configuran los retablos y los cuerpos horizontales que, superpuestos, definen su alzado. "Berrugete no hubiera conseguido esa joya sin el trabajo de los artesanos que le dejaron la pieza lista para los retoques más artísticos", considera Castellano. Ante la talla precisa, el brillo y el fulgor que muestra el anverso del retablo de Berruguete, Castellano pone en valor el trabajo aparentemente tosco que lo sustenta. 

En esta misma línea, plasma en el resto de obras dispuestas en la Sala 9 y el claustro su particular mirada a las procesiones de la Semana Santa "y en todo lo que, sin ser pomposo, las hace posibles: el trabajo de quien enciende los cirios que se apagan durante el desfile, el esfuerzo de los costaleros…".

"Espero que esta instalación anime al espectador a cambiar el foco de atención y llevarlo a sitios más insospechados. De ellos también se puede aprender mucho", ha concluido.

• 'Horas felices' -Salas 6 y 7. Hasta el 29 de mayo.
• 'Un transitar' – Sala 8. Hasta el 15 de mayo.
• 'Las calles y los cuerpos' - Capilla y Sala 9. Hasta el 29 de mayo.