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Abre la primera ‘Vitrina del mes’: un recorrido histórico por Seminci
30

abr

2025

Abre la primera ‘Vitrina del mes’: un recorrido histórico por Seminci

Desde su nacimiento en 1956, la Semana Internacional de Cine de Valladolid ha acumulado casi siete décadas de historia, pasión cinéfila, y compromiso social y cultural. Dentro de las actividades organizadas con motivo de la celebración en 2025 de la 70ª edición del certamen, el festival presenta en Espacio Seminci el proyecto expositivo ‘Vitrina del mes’, en paralelo al ciclo ’70 años de Seminci. Una cierta historia del cine de autor’. Al acto de inauguración de hoy han asistido la concejala de Turismo, Eventos y Marca Ciudad del Ayuntamiento de Valladolid, Blanca Jiménez Cuadrillero; el director de Seminci, José Luis Cienfuegos, y el exdirector de Seminci, Javier Angulo, además de patrocinadores y colaboradores.

«Esta ‘vitrina del mes’ deja claro el gran bagaje que tiene nuestro festival en este año tan especial en el que cumple 70 ediciones con una imagen rejuvenecida y mirando al futuro con mucho optimismo. Estamos revisando el pasado para impulsarnos al futuro. Esta es la mejor manera de hacer un homenaje sentido a un festival que sigue siendo un estandarte del cine de autor en Europa», afirmó la concejala.

Comisariada por César Combarros Peláez, historiador del festival y autor de los libros que desgranan la evolución del certamen ‘Una ventana al mundo’ (2005) y ‘Seminci: una historia de cine’ (2015), la ‘Vitrina del mes’ saca a la luz una selección de fondos del Archivo de Seminci y del Archivo Municipal de Valladolid, con los cuales plantea un viaje alternativo en seis etapas por el cine mundial a través de las películas y los protagonistas que marcaron el devenir de la cita cinematográfica vallisoletana.

Esta propuesta expositiva, instalada en Espacio Seminci hasta final de año, discurrirá de forma cronológica acompasada con la selección de películas que integran el ciclo '70 años de Seminci. Una cierta historia del cine de autor', que se proyecta los jueves en los Cines Broadway. En la ‘Vitrina’ se exhibirán materiales relacionados con el periodo histórico en el que fueron programadas originalmente esas obras en el Festival. Los contenidos se renovarán periódicamente la tercera semana de cada mes, con sendas pausas en agosto y octubre, coincidiendo con la celebración de la 70 edición.

1956–1961: mayo

1962–1969: junio

1970–1976: julio

1977–1986: septiembre

1987–1993: noviembre

1994–Actualidad: diciembre

 

«Parte de la singularidad de Seminci consiste en preocuparse por la transmisión del conocimiento. No puedes programar cine del presente sin conocer el cine del pasado», aseguró el director del festival. José Luis Cienfuegos también añadió que Seminci, en línea con el trabajo realizado en las dos últimas ediciones con los encuentros ‘Pensar el cine’ que analizan el trabajo cinematográfico a partir del material de archivo, va a establecer un plan de catalogación del archivo documental y audiovisual del festival en colaboración con el Archivo Municipal de Valladolid. «Los festivales formamos parte del patrimonio cultural», añadió.

«En definitiva, esto no es más que un juego, un divertimento, una invitación a los semanistas, vallisoletanos y curiosos para que se acerquen al Espacio Seminci y se dejen sorprender cada mes por el contenido de esta cápsula del tiempo, que nos brinda una nueva mirada hacia el camino, no siempre recto, que ha permitido levantar el festival hasta constituirse como un faro en el cine de autor contemporáneo y una seña de identidad de la propia ciudad», concluyó el comisario, César Combarros.

Primera ‘Vitrina del mes’: de 1956 a 1961

La ‘vitrina’ que se puede visitar desde hoy en Espacio Seminci incluye objetos singulares y documentos correspondientes a la seis primeras ediciones del festival, de 1956 a 1961, objetos singulares, muchos de ellos nunca antes expuestos, que permiten redescubrir el nacimiento y la evolución del segundo festival más longevo de España, que supo navegar por una época complicada para la libertad de expresión. Entre ellos, por ejemplo, los programas de mano que se repartían en el Teatro Calderón en cada sesión de la primera edición del festival, con ilustraciones realizadas por José Antonio Perelétegui, autor del cartel inaugural.

Entre las piezas más destacadas figura el fotolito original del cartel de 1958, diseñado por el ilustrador vallisoletano Ito, que anunciaba la tercera edición, la primera en recibir categoría internacional. Junto a este, se exhibe el programa de las Primeras Conversaciones Nacionales de Cine Católico, celebradas en el Palacio de Santa Cruz, símbolo del diálogo entre fe y cine que marcó los comienzos de Seminci. Otro de los objetos que ilustra la orientación inicial del festival es el plano-guía de localizaciones de 1958, donde el Cine Avenida se presenta como epicentro de las proyecciones.

En el apartado editorial se puede ver el primer libro publicado por Seminci en 1959: Cecil B. De Mille y su obra cinematográfica, escrito por Carlos Fernández Cuenca, junto a un folleto promocional de Paramount sobre Los diez mandamientos, película que clausuró la edición antes de su estreno comercial en España.

Una postal original de Los cuatrocientos golpes, de François Truffaut, primera ganadora de la Espiga de Oro en 1960, se expone junto al trofeo original entregado al cineasta francés en San Sebastián un año después. La exposición también recuerda a Ingmar Bergman, con el pressbook francés de El séptimo sello, con la que el director sueco ganó en 1960 el primero de los tres Lábaros de Oro que logró.

Entre la documentación inédita, destaca el boletín de inscripción de El jeque blanco y Los inútiles de Fellini, retiradas de la programación en 1959 por temor a la polémica, así como la carta de la Comisión Pontificia de Cinematografía que ratificaba en 1961 la supervisión vaticana sobre Seminci tras premiar El manantial de la doncella.

El espíritu crítico que comenzaba a abrirse paso en la década también está presente en el dosier de prensa de Kapò, de Gillo Pontecorvo, símbolo de la sexta edición conocida como la «Semana antinazi». No falta una mención al llamado «malditismo» del cine español en Seminci, representado por el dosier de prensa de Los chicos, de Marco Ferreri, duramente recibida en 1960, mientras los reglamentos de 1961 editados en diferentes idiomas reflejan la internacionalización creciente del certamen.

Mañana, una obra maestra de Robert Bresson en Cines Broadway

Estrenada en 1956, y considerada una de las cimas del cine espiritual y humanista europeo, Un condenado a muerte se ha escapado, de Robert Bresson, continúa el ciclo de proyecciones en los Cines Broadway ’70 años de Seminci. Una cierta historia del cine de autor’, organizado en colaboración con El Norte de Castilla.

Al igual que en la película que inauguró el ciclo, Las noches de Cabiria, un aficionado al cine y seguidor del festival durante años presentará la película. Si Gloria Sánchez fue la encargada de abrir el ciclo, por haber sido espectadora de su estreno en 1957 en Seminci, en esta ocasión será Nacho Martínez el que comparta sus experiencias como fiel asistente a Seminci desde hace años. El festival quiere así reconocer el protagonismo del público durante esa trayectoria que recuerda en 2025 y dar voz a los espectadores. «Lo que diferencia a Seminci es ese entramado cultural y el público que han sostenido este festival a lo largo de las últimas décadas», ha asegurado José Luis Cienfuegos.

Basada en las memorias del miembro de la Resistencia francesa André Devigny, la película relata con precisión minimalista y una tensión contenida la fuga de un prisionero del ejército nazi desde la prisión de Montluc, en Lyon, durante la Segunda Guerra Mundial. Más que un thriller, es una reflexión sobre la fe, la voluntad y la dignidad frente a la muerte.

Premiada en Cannes con el galardón al mejor director y en Seminci con el premio de la Federación Nacional de Cineclubs, Un condenado a muerte se ha escapado influenció a generaciones de cineastas, desde Jean-Luc Godard hasta Paul Schrader, y sigue siendo objeto de estudio en escuelas de cine por su precisión formal y su profundidad ética.

Con esta programación, Seminci reafirma su compromiso con la memoria del cine de autor y con el público que ha acompañado su trayectoria. El ciclo retrospectivo y la ‘Vitrina del mes’ no solo celebran el pasado del festival, sino que también proyectan su legado hacia el futuro, consolidando su identidad como espacio de encuentro para el cine de calidad, innovador y comprometido con la realidad social.

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