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La exposición ‘Leopoldo de Luis. El poeta herido’ recupera la memoria del Premio Nacional de las Letras
24

Jan

2019

La exposición ‘Leopoldo de Luis. El poeta herido’ recupera la memoria del Premio Nacional de las Letras

La muestra puede visitarse en la Casa Revilla hasta el 24 de febrero

La Sala Municipal de Exposiciones de la Casa Revilla inaugura la muestra ‘Leopoldo de Luis. El poeta herido’, una muestra documental que repasa la trayectoria vital y poética del Premio Nacional de las Letras y que permanecerá en Valladolid hasta el 24 de febrero.

Los fondos que ahora se exhiben provienen del archivo de Leopoldo de Luis, custodiado por la Fundación Jorge Guillén, organizadora de la muestra que pone el broche al centenario del nacimiento del poeta celebrado en 2018. Como ha explicado su comisario, Carlos Martín, “refleja la trayectoria del hombre y del poeta, con la intención de reflejar su honestidad humana”.

Una colección de fotografías personales, documentación familiar y numerosa correspondencia con autores como Vicente Aleixandre, Camilo José Cela, Gerardo Diego o Jorge Guillén sirven para retratar a la persona. Hay, también, documentos tan curiosos como el certificado expedido por la Asociación de Escritores y Artistas Españoles que acredita que Leopoldo de Luis y Leopoldo Urrutia –apellido que modificó con el estallido de la Guerra Civil- son la misma persona.

“He conocido gente a quien la obra de mi padre gustaba más y a quien gustaba menos, pero nunca a nadie que no hablase de él como una buena persona”, ha señalado su hijo, Jorge Urrutia, durante la inauguración. 

“Fue una persona sin odios ni resentimientos”, ha señalado. Cuenta, a modo de anécdota, cómo su padre mantuvo siempre una estrecha amistad con el también poeta Luis López Anglada pese a haber luchado en bandos contrarios durante la guerra.

Junto a la reivindicación de su persona se retrata al poeta. Entre libros y manuscritos –alguno tan personal como el del soneto Eres, niña, el espejo que refleja, dedicado a su nieta Elsa- se recuerda su fructífera trayectoria. Muestra, así, su aproximación a la poesía, mientras aún residía en Valladolid, o el primer texto que publicó como Leopoldo de Luis, el poema Dos décimas a la muerte en la revista Odiel (1941).

“Recupera su condición de vallisoletano, pues así se sentía; su importancia como voz de la Generación poética del 36 y su figura como un ciudadano ejemplar y volcado con los valores de la ética y la democracia”, ha concluido el presidente de la Fundación Jorge Guillén, Antonio Piedra.

Estrecha vinculación a Valladolid

Leopoldo de Luis (Córdoba, 1918 – Madrid, 2005), nacido como Leopoldo de Urrutia, pasó su infancia y su juventud en Valladolid, de donde siempre dijo sentirse. En la capital del Pisuerga se aproximó a la poesía de la mano, entre otros, de Narciso Alonso Cortés, por quien siempre manifestó una profunda admiración.

El literato fue una de las principales voces poéticas de la Generación del 36. El estallido de la Guerra Civil, en la que tomó parte por el bando republicano, y su posterior paso por prisión marcaron su producción literaria. Después de la contienda se aproximó a una poesía social que evolucionó hacia el tono filosófico que lo marcó al final de sus días.

Estuvo siempre ligado a Valladolid por su familia y por amistades como la que mantuvo con Jorge Guillén. Tal fue su implicación con la ciudad que su mediación fue determinante para la publicación del poema de Miguel Hernández Nanas de la cebolla en la revista vallisoletana Halcón.

Leopoldo de Luis ha sido laureado con galardones como el Premio Nacional de las Letras Españolas, el Premio Nacional de Poesía, el Premio Internacional de Poesía Miguel Hernández, el León Felipe a los valores humanos o la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes.

  • Leopoldo de Luis. El poeta herido.
  • En la Casa Revilla hasta el 24 de febrero. De martes a domingo y festivos, de 12 a 14 y de 18.30 a 21.30 horas. 
  • Entrada gratuita. 

 

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