El Calderón recupera la ópera barroca La Partenope

7

may

2019

El Calderón propone un viaje al siglo XVIII con la reposición de la ópera barroca ‘La Partenope’

El 3 de febrero de 2018 falleció de forma súbita a los 69 años en su domicilio de Madrid el director de escena Gustavo Tambascio, y pocos días después su hijo Bruno recibía la llamada del director del Teatro Calderón de Valladolid, José María Viteri. Fue entonces cuando le propuso recuperar para los escenarios uno de sus trabajos más ambiciosos: la ópera barroca ‘La Partenope’, de Leonardo Vinci, estrenada por Tambascio en 2009 en el Auditorio de León tras un mes de ensayos en Ponferrada, para inaugurar su etapa al frente del Centro de las Artes Escénicas y de las Músicas Históricas.

Aquel montaje, merecedor del Premio Campoamor de la crítica musical española al mejor espectáculo lírico del año, regresa ahora sobre las tablas gracias al esfuerzo del coliseo vallisoletano, que en coproducción con el Teatro de la Zarzuela de Madrid recupera el encargo original del Ministerio de Cultura. La obra verá de nuevo la luz a las siete de la tarde de mañana miércoles en Valladolid, con dos pases más el viernes 10 y el domingo 12, con entradas ya a la venta entre 15 y 90 euros.

Varios de los más estrechos colaboradores de Tambaschio en el montaje original se han reunido ahora para rendir tributo a su añorado maestro con esta reposición, como el director musical Carlos Aragón o la directora de escena Susana Gómez, ambos asistentes del argentino diez años atrás y ahora alma de esta versión, junto a profesionales que también participaron entonces como el maestro de lucha Álex G. Robles o el encargado del vestuario Jesús Ruiz.

Este último aseguró que los espectadores de este montaje vivirán en Valladolid "una experiencia única", y recordó que Tambaschio pretendió con ella embarcar a los espectadores en "un viaje en el tiempo" que transportase al público a la época de esplendor de la ópera barroca: "La sonoridad maravillosa de la orquesta con sus instrumentos originales, el brío que el maestro le imprime a toda la partitura, el elenco maravilloso de cantantes, las escenografías de telones pintados de Ricardo Sánchez Cuerda que nos transportan a un ambiente palaciego con una realidad e irrealidad muy especial al mismo tiempo, y con todo el vestuario nos llevan a ese momento", expuso hoy en la presentación del proyecto a los medios.

‘La Partenope’, que se estrenó en 1724 en el Teatro de San Juan Cristóstomo de Venecia con el título ‘La Rosmira Fedele’, tiene ahora una duración de cerca de tres horas y media con sus intermedios cómicos "muy procaces", y transcurre en su totalidad "como una coreografía". "En el montaje ningún gesto es casual. Desde el primer minuto los cantantes se convierten en bailarines que desarrollan una coreografía según la teoría de los afectos, con unas posturas de una belleza barroca memorable", afirmó Ruiz.

Por su parte, el director musical Carlos Aragón explicó que esta obra fue una gran desconocida por el grueso del público durante siglos debido a que Händel estrenó solo seis años después un montaje homónimo, "fusilando momentos enteros" de la creación de Vinci. En su intervención destacó la "riqueza de la partitura original, la imaginación de la historia, la fuerza de la música barroca, la fantasía, la improvisación, los contrastes y la energía" que desprende el montaje. "hay que pensar que en ese momento del siglo XVIII los castrati que protagonizaban las óperas barrocas eran como Madonna o Lady Gaga hoy día", defendió.

Asimismo, Susana Gómez recordó que este montaje supuso el inicio del Centro de las Artes Escénicas y de las Músicas Históricas "y de una forma de trabajar diferente". "Es un auténtico trampantojo, una reconstrucción desde lo musical y desde lo escénico del teatro barroco de la época" que, en su momento, supuso "un importante desafío para todos los implicados" ya que hacía "contemporáneo" un lenguaje "tan aparentemente diferente al nuestro".

En la presentación también intervino Álex G. Robles, que aseguró que ‘La Partenope’ es "una obra culta, bella, divertida y de contrastes extremos, como lo era el propio Gustavo Tambaschio", mientras que el hijo del dramaturgo argentino, Bruno, que se ocupa en esta versión de la regiduría, agradeció la "fidelidad a la idea" de Viteri y aseguró estar "emocionado" ante el inminente estreno de la reposición, que a su juicio es "una doble recreación histórica" que se ha materializado gracias al derroche de "talento y generosidad" que también definía a su padre como artista y como persona.

Ver todas las noticias