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La Sala de la Pasión condensa los ‘Instantes decisivos de la fotografía’ en su nueva muestra
18

jul

2018

La Sala de la Pasión condensa los ‘Instantes decisivos de la fotografía’ en su nueva muestra

La selección cita a maestros internacionales como Cartier-Bresson o Robert Capa y diez Premios Nacionales de Fotografía 

Valladolid reúne en la Sala de La Pasión algunas de las instantáneas más reconocibles de la historia de la fotografía, desde ‘El violín de Ingres’, sensual icono del surrealismo, hasta el mítico ‘El beso del Ayuntamiento’ que sella una pareja en alguna calle de París. Son, en total, 82 obras determinantes en la evolución de la disciplina; también en el plano nacional, al que la muestra, titulada ‘Instantes decisivos de la fotografía’, dedica buena parte de su atención.

La concejala de Cultura y Turismo, Ana María Redondo, ha inaugurado esta mañana la exposición que permanecerá abierta hasta el 9 de septiembre, acompañada por la subdelegada del Gobierno, Helena Caballero, y el comisario –y una de las firmas presentes en la muestra- Vicente López-Tofiño Gómez.

“Es una de las exposiciones más importantes en cuanto a contenido que se pueden hacer” ha sentenciado el responsable de la selección. López-Tofiño buceó entre los fondos del coleccionista Julián Castillo para rescatar “instantáneas decisivas, que no van a dejar de serlo jamás” y con las que hila un recorrido por la fotografía del siglo XX y el inicio del XXI, “con el pictoralismo como punto de partida”.

Cuidadas composiciones de estudio, como las de Man Ray o ‘El corsé mainbocher’, emblema del art-decó y una de las imágenes más reconocibles de Horst P. Horst, representan este punto de partida. Estas corrientes de vocación artística convivieron en el tiempo con los primeros pasos de la fotografía documental y el foto reportaje. Los precursores y maestros del género, Henri Cartier-Bresson y Robert Capa, están presentes en la muestra a través de momentos como la caída del miliciano español que capturó el segundo.

López-Tofiño ha querido destacar el valor como testimonio histórico de imágenes “que captaron la historia de nuestro país durante la Transición”, como la serie que realizó Nicolas Muller a finales de los años 40 o la de Carlos Saura una década después. La muestra abre una ventana a la vida en Estados Unidos, como demuestra la presencia de las documentalistas Berenice Abbot y Vivian Maier, o a la Cuba revolucionaria de los 60, inmortalizada en el retrato del Che Guevara que tomó Alberto Korda.

Otros rostros tan reconocibles como los de Audrey Hepburn, retratada por Terry O’Neil, y Marilyn Monroe, en un posado para Bern Stern, conviven en la muestra con las sesiones que realizaron de los españoles Pablo Picasso, Salvador Dalí y Joan Miró Robert Doisneau y Robert Capa en el caso del autor del Guernica, Philippe Halsman en el del artista del bigote curvo y Man Ray en el del genio del surrealismo.

Diez Premios Nacionales de Fotografía

La selección de López-Tofiño mira hacia la producción nacional “tan poco reconocida en el exterior”, condensada en una treintena de autores, entre ellos, los Premios Nacionales de Fotografía Cristina García Rodero, Chema Madoz, Ramón Masats, Alberto García-Alix, Joan Colom, Carlos Pérez Siquier, Rafael Sanz Lobato, Juan Manuel Castro Prieto, José Manuel Ballester, Francesc Catalá Roca y Agustí Centelles (los dos últimos, ganadores cuando aún se englobaba en el de Artes Plásticas).

Con ellos, el recorrido engarza el pasado siglo XX con la última década y la concepción artística de la fotografía (patente en la obra de Beatriz Duvois) con su faceta documental y periodística. Es este el papel exprimido por Agustí Centelles y su cobertura de disturbios en Barcelona durante el estallido de la Guerra Civil, por los reporteros que fueron testigos de la vida en la posguerra y en la Transición (hay imágenes de la España rural en los 50, de las playas cántabras en los 60 y de los primeros hippies en Ibiza) y por aquellos que, ya entrado el nuevo siglo, cruzaron la frontera para difundir la realidad de otros países (como hizo el propio Vicente López-Tofiño).

“La fotografía española ha tardado en entrar en las galerías, aún hoy es difícil encontrarla en subastas o en ferias de referencia”, ha denunciado el comisario, quien señala la última London Photo como ejemplo de esta falta de presencia exterior. Celebra, no obstante, la tímida apertura desde el ingreso de Cristina García Rodero en la Agencia Magnum –única representación española en la prestigiosa agencia- y el reconocimiento de fotógrafos como Chema Madoz.

 

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